
Fue un enfrentamiento desigual, la policía logró retirarlos de la plaza San Martín. La represión siguió en otras calles del centro y continuaba al cierre de esta nota. Foto Afp/ Ernesto Benavides

En lo que se ha llamado la “gran marcha nacional”, pobladores llegados desde distintas regiones del país tuvieron participación protagónica en esta manifestación. Foto Afp/ Carlos Reyes

Foto Ap/ Martín Mejía

Este martes, el epicentro de las protestas fue Lima pero también las hubo en ciudades del interior. Foto Ap/ Martín Mejía

Foto Afp/ Ernesto Benavides

Horas antes de que comenzara la movilización en Lima y se desatara la represión, Boluarte pidió una tregua a quienes protestan. Lo hizo en declaraciones a la prensa extranjera. Foto Ap/ Martín Mejía

Pero ella misma dinamitó un acercamiento llamándolos “violentistas” y “radicales”, y los acusó, sin evidencias, de estar financiados por “el narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando, para generar caos, zozobra y anarquía para que aprovechen esas economías ilegales para hacer sus actividades ilícitas sin control”. Foto Afp/ Ernesto Benavides

Esas acusaciones buscan criminalizar y desacreditar las protestas para quitarles respaldo, algo que no han conseguido. Foto Afp/ Ernesto Benavides

Boluarte pretende justificar la represión que ha dejado 56 muertos desde que comenzaron las protestas en diciembre. Foto Afp/ Ernesto Benavides

Poco después de esa fallida solicitud, las calles del centro de Lima retumbaron con los gritos de “Dina asesina, renuncia”. Y se volvió a desatar la represión. Foto Ap/ Martín Mejía

Foto Ap/ Martín Mejía

La presidenta volvió a defender a las fuerzas de seguridad acusadas de disparar contra manifestantes. Foto Ap/ Guadalupe Pardo

Foto Ap/ Guadalupe Pardo

Foto Afp/ Ernesto Benavides

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