Madrid. Decenas de miles de personas se manifestaron ayer en la capital española contra del gobierno de izquierda del presidente Pedro Sánchez, con el respaldo del partido de extrema derecha Vox en un año electoral clave.
Los manifestantes reclamaron la dimisión de Sánchez y enarbolaron carteles con una foto del jefe de gobierno y la palabra “Traidor”. Según datos oficiales, más de 30 mil personas se movilizaron en la plaza de Cibeles. Los organizadores afirman que fueron más de 700 mil.
La concentración fue convocada por una decena de grupos y organizaciones de derecha y fue respaldada por el Partido Popular (PP, conservador), el principal de la oposición, y la formación de ultraderecha Vox.
El motivo de la protesta fue la decisión del gobierno de derogar el delito de sedición, por el que la justicia española condenó a nueve líderes separatistas catalanes por declarar unilateralmente la independencia de Cataluña en 2017. La oposición de derecha revertirá la medida si vuelve al poder. Los conservadores también se oponen a reformas al código penal que endurece las sanciones por violación, pero suaviza las relacionadas con otros delitos sexuales.
“Estoy aquí para apoyar una movilización contra el peor gobierno de la historia. Hay una administración a la que hay que echar, que ha enfrentado a los españoles, suelta a violadores, suelta a golpistas”, arengó el líder de Vox, Santiago Abascal.
El dirigente del PP, Alberto Núñez Feijóo, no estuvo en la manifestación, pero animó a sus correligionarios a asistir.
La mayoría de las encuestas indican que el PP podría ganar las elecciones generales de finales de año, aunque para gobernar necesitaría el apoyo de Vox, tercera fuerza del Parlamento. Antes de los comicios referidos, España irá a la urnas para elegir dirigentes municipales y autonómicos en una docena de regiones en mayo.
El gobierno de Sánchez, sin mayoría parlamentaria, ha recurrido al apoyo de separatistas vascos y catalanes, lo que ha enfurecido a la derecha, que lo acusa de eliminar el delito de sedición para asegurar la colaboración de los independentistas catalanes.
Sánchez declaró ayer ante su partido que la manifestación unilateral de la independencia de Cataluña ocurrió porque el entonces gobernante PP no hizo nada para impedir que los separatistas hicieran una serie de referendos ilegales que la precedieron.