El conejo de jade y de buen augurio recibió una bienvenida mexicana con un Festival Cultural de Año Nuevo Chino, en el Centro Nacional de las Artes (Cenart). El animal que corresponde al calendario oriental representa el ingenio, la pureza, la amabilidad y la hermosura.
Leones mitológicos y guardianes danzaron entre la concurrida asistencia en los jardines del espacio cultural para recibir de buen ánimo la celebración más importante del país asiático.
Mientras millones de chinos cruzan el país para celebrar con sus seres queridos en sus pueblos natales el nuevo ciclo anual, que de acuerdo con el calendario lunar se inicia hoy, a miles de kilómetros al otro lado del planeta los mexicanos se unieron en un espacio de convivencia familiar de expresiones artísticas del mundo, “en este caso de una cultura de enorme tradición que tiene también gran presencia en la contemporaneidad”, destacó Ángeles Castro, directora del Cenart, durante la apertura de las actividades que culminaron después de las 17 horas con un desfile de Qipao.
Pequeñas linternas rojas colocadas entre las ramas de los árboles marcaron la senda por el Cenart hacia el lugar de fiesta, con las personas sentadas entre los prados en busca de la mejor vista y la sombra tupida. Conejos panzones y dorados, algunos orejones blancos, aparecieron sobre los puestos para la vendimia de la ocasión, donde no faltaron los platillos tradicionales, galletas de la suerte, lámparas de papel, pandas, así como talleres de caligrafía y para aprender el juego de Go.
Una mujer, con vestido satinado azul, a la usanza de la vestimenta china, camina presurosa con su hija en brazos desde el Metro. Ya caminando más lento, tomada de la mano, le dice: “¡Vas a ver un dragón!”, como ocurrió una hora más tarde, al momento en que el ondulante animal daba vueltas sobre el escenario, animado en lo alto por varas sostenidas por una decena de hombres, para representar a este ser mítico asociado con la fuerza, la buena fortuna, la sabiduría y la longevidad. Se dice que entre mayor es la longitud, mayor es la suerte que traerá.
Leones para la buena fortuna
Manejados por dos bailarines, la del león es de las danzas más tradicionales de la celebración de Año Nuevo. La combinación de acrobacias y movimientos de artes marciales tienen origen antiguo para traer buena fortuna. Sincronizados con los sonidos rítmicos del tambor, platillos y gong imitan los sigilosos pasos de la bestia ritual.
La llamativa danza tradicional generó gran emoción al llegar al escenario, bajar hasta los jardines y trepar colina arriba. Al final, los niños miraban asombrados a estas figuras peludas y de ojos grandes. Fueron muchos los que aprovecharon la ocasión para tomarse fotos con los animales, adormecidos y exhaustos después de su paso enérgico en un caluroso día.
Bajo las imponentes bestias, que según la mitología china tienen la capacidad de ahuyentar a los malos espíritus, habita un grupo de mexicanos con el nombre Fuerza Leona, que entrenan hasta por cuatro meses para representar la danza. En su labor de enseñanza incluyen el aprendizaje de los instrumentos que dan ritmo al baile. Se reúnen en Ciudad Universitaria para acoger a quien esté interesado en unirse a las clase, de manera gratuita, cuenta Kevin Cruz, de 31 años, quien ha dejado a un lado a su compañero animal para reposar. Estos trajes los hacen traer desde China.
Durante el resto del soleado día, se dieron exhibiciones de artes marciales, como whushu, con movimientos que incluyeron espadas, además wudang (taoísta), de shaolin y de choy lee fut (ambos budistas). También hubo muestra de los relajantes movimientos de tai chi y se presentaron bailes con abanicos, así como qigong (chi kung), La gran danza, y casi al final del día volvieron los dragones y leones, a serpentear y saltar por los jardines adornados con linternas rojas.