Nueva York. David Crosby, influyente pionero musical de los años 60 y 70, quien fue uno de los creadores del distintivo folk-rock estadunidense con los Byrds y luego con Crosby, Stills, Nash & Young, murió a los 81 años.
El dos veces presente en el Salón de la Fama del Rocanrol tuvo una vida artística prolífica. Era conocido ampliamente por sus sonidos alternativos de guitarra, exquisitas armonías y letras abstractas hijas de su activismo pacifista, honestidad brutal y un modo de vida temerario.
En seis décadas en la industria de la música, el vocalista, guitarrista y compositor en la primera línea del rock contracultural acumuló una rica variedad de baladas y temas incisivos.
Nacido el 14 de agosto en Los Ángeles, famoso por su bigote de morsa y su presencia relajada en el escenario, Crosby creó sutiles riffs de guitarra para temas como Guinnervere de la agrupación CSNY (Crosby, Stills, Nash y Young).
No fue buen estudiante en su infancia, pero participó en musicales escolares y luego estudió actuación en el City College de Santa Barbara, del que se salió al poco tiempo para perseguir su futuro en la música.
Tuvo un discreto éxito en su carrera como solista hasta que conoció al músico de Chicago Terry Callier, quien lo presentó a Jim McGuinn, cofundador de los Byrds.
La banda alcanzó la fama con un cover de Mr. Tambourine Man de Bob Dylan y sacó otros éxitos como Turn! Turn! Turn! y Eight Miles High, pero los roces entre Crosby y el resto de la banda, sumado a sus teorías de la conspiración, acabaron con su salida en 1967.
Luego comenzó a tocar con Stephen Stills, se les unió Graham Nash y a partir de ahí cosecharon varios éxitos, como Suite: Judy Blue Eyes y Marrakesh Express.
Después se unió Neil Young para terminar de lanzar a la fama a CSNY con temas como Ohio y Woodstock, casi un himno de su generación. “Lo que hago no es sólo tocar la guitarra y cantar. No soy el mejor en ninguna de las dos cosas”, señaló a Afp en una entrevista en enero de 2021.
“En lo que realmente soy bueno es en romper la cuarta pared. Llevarte a un pequeño viaje (…) haciéndote reír y luego llorar. Ese es mi trabajo”, expresó.
CSNY se fue desvaneciendo en popularidad y tuvo varios intentos de regreso. “Creo que fue una cosa muy buena. Estoy muy orgulloso de ella”, indició a Afp.
Exitosa carrera como solista
Crosby cosechó una exitosa carrera de solista con ocho álbumes de estudio y varias compilaciones.
Gracias su nutrida influencia musical, era tal vez conocido por su extraordinaria vigencia, mezclada con su propia tragedia, amoríos, adicciones y un reciente regreso del abismo.
“Hay fronteras que crucé que no te imaginarías”, afirmó.
Su novia Christine Hinton murió en un accidente en 1969 y ese evento llevó a Crosby a sumergirse en una espiral de adicción a la cocaína y heroína. Sostuvo que la “adicción te atrapa como el fuego lo hace con un edificio en llamas”.
En 1983, una corte lo condenó por posesión de cocaína y portar un arma cargada. Estuvo cinco meses tras las rejas y luego en libertad condicional.
Un rosario de problemas acompañó su vida, incluyendo la diabetes, varios ataques cardiacos y un trasplante de hígado en 1994.
Durante las últimas décadas cortó con las drogas duras y transitó hacia una experiencia de renacer creativo, con giras y una vida de disfrute en California junto a Jan Dance, su esposa desde 1987.
Sólo fumaba mariguana y se hizo fama en Twitter por sus chistes y las peculiares reseñas que hacía de los porros de sus fanáticos.
“El tiempo es la moneda final, ¿y entonces cómo la vamos a gastar?”, destacó en un documental.
“Quiero ser un tipo que ama (…) en eso es en lo que me esfuerzo. Me gusta amar a mis hijos y a mi esposa y a mis perros (…) y a mi música”, expresó.