Melbourne. Un Novak Djokovic “preocupado” por su muslo lesionado y enfrentado con algunos espectadores que lo molestaron desde las gradas, superó con más emoción de la esperada la segunda ronda del Abierto de Australia ante el desconocido francés Enzo Couacaud, que llegó a arrebatarle un set.
Parecía un trámite para el nueve veces campeón en Melbourne y con 21 títulos de Grand Slam, ante un rival de 27 años, situado en el puesto 191 de la clasificación mundial y sólo dos victorias en un grande en su carrera.
Sin embargo, el serbio necesitó emplearse para cerrar en cuatro sets (6-1, 6-7 (5/7), 6-2 y 6-0) un partido en el que volvió a sentir molestias en la pierna derecha.
“La situación con mi lesión no es ideal”, reconoció el serbio al terminar el partido. “Estoy preocupado, no voy a mentir. Y tengo razón para estarlo”, continuó Nole, quien explicó que no está entrenando para proteger el músculo.
Y como si necesitara de más distracciones, Djokovic se irritó tanto con un individuo que fastidiaba desde la grada, que le pidió al juez de silla que lo sacara de la arena Rod Laver. “Está borracho... Anda provocando. Lo único que busca es sacarme de quicio. ¿Qué vas a hacer con ello? ¿Por qué no lo echas del estadio?”, reclamó.
Poco después, cuatro aficionados, con cervezas en las manos, fueron escoltados por guardias de seguridad fuera del estadio.
Antes del inicio del torneo, la organización había advertido que retiraría del estadio a los espectadores que molestaran a Djokovic, quien regresó a Australia un año después de haber sido deportado por no vacunarse contra covid.
Si bien la lesión de Djokovic le ensombrece el camino hacia la obtención del décimo título en Australia, también se allanó con la eliminación de varios sembrados en su parte del cuadro, empezando por el número 3 del mundo, el noruego Casper Ruud, quien sucumbió ante el estadunidense Jenson Brooksby (39), 6-3, 7-5, 6-7 (4/7) y 6-2.
La figura de la jornada fue el veterano británico Andy Murray, quien se anotó la segunda hazaña esta semana al imponerse al joven local Thanasi Kokkinakis, por 4-6, 6-7 (4/7), 7-6 (7/5), 6-3 y 7-5 en el partido que duró cinco horas y 45 minutos, sólo ocho minutos menos que el más largo en la historia del torneo australiano: la final de 2012 que Djokovic ganó a Rafael Nadal.
El duelo acabó pasadas las cuatro de la mañana en Melbourne, lo que le situó como el tercer partido en finalizar más tarde en la historia del tenis, según la organización.
Entre las mujeres, la número dos del mundo, la tunecina Ons Jabeur, se quedó impotente ante la checa Marketa Vondrousova (6-1, 5-7 y 6-1), antigua finalista de Roland Garros pero actualmente en el número 86 de la WTA.
Y la joven estadunidense de origen ucranio Katie Volynets (113), procedente de la calificación, derrotó 6-4, 2-6 y 6-2 a la rusa Veronika Kudermetova (9) y dedicó el triunfo a su familia que todavía vive en Kiev.