Nueva York., Históricos ex directivos de la Conmebol, incluidos los fallecidos Nicolás Leoz y Julio Grondona, recibieron más de 32 millones de dólares en sobornos hasta 2015, aseguró uno de los testigos del juicio en Nueva York contra dos ex ejecutivos del grupo Fox en el contexto del megaescándalo de corrupción FIFAgate.
El argentino Alejandro Burzaco, uno de los testigos claves y parte del entramado de corrupción que puso al descubierto los cimientos del futbol sudamericano, detalló los mecanismos que utilizaban los dos ex ejecutivos de Fox y participantes de la argentina Full Play, el mexicano Carlos Martínez y el argentino Hernán López, sentados en el banquillo.
Hasta que estalló el escándalo de los sobornos en 2015, la empresa T&T –creada por Burzaco y la brasileña Traffic–, en la que habrían participado los dos acusados, había pagado entre “30 y 32 millones de dólares” en sobornos para asegurarse el lucrativo mercado de los derechos televisivos de los campeonatos de futbol, declaró el testigo en el tribunal.
“Teníamos una empresa conjunta llamada T&T Cayman” con López y Martínez, los dos inculpados que se sientan en el banquillo, junto a la empresa argentina Full Play, que desde el martes están siendo juzgados por corrupción, fraude bancario y lavado de dinero.
La empresa pagaba sobornos a los ejecutivos de la Conmebol para asegurarse a largo plazo los lucrativos derechos de retransmisión de los torneos de futbol sudamericanos como Copa Libertadores, así como partidos amistosos y de clasificación y la organización de actos deportivos.
La suma total comprometida ascendía a “entre 50 y 60 millones de dólares” pero no llegaron a pagar el total porque la investigación en 2015 del llamado FIFAgate lo frustró.
Los principales beneficiarios fueron el llamado Grupo de los seis, integrado por los miembros más importantes de Conmebol: el presidente Nicolás Leoz (paraguayo, fallecido en 2019), el vicepresidente Eugenio Figueredo (uruguayo), el secretario general Eduardo Deluca (argentino), el tesorero Romer Osuna (boliviano), y los presidentes de las dos federaciones más poderosas del futbol sudamericano, el brasileño Ricardo Teixeira y el argentino Julio Grondona, fallecido en 2014.
“Sobornamos a todos estos señores y yo participé en este esquema”, dijo Burzaco, que se declaró culpable y llegó a un acuerdo con la justicia estadunidense que incluyó el pago de una multa de al menos 21.6 millones de dólares.
“¿Por qué a estos individuosen particular?”, preguntó la fiscal Kaitlin Farrell. “Eran miembros clave de Conmebol”, explicó el testigo presentado por la acusación.
“Su nivel de influencia era absoluto” y en concreto el ya fallecido Grondona, al que se le veía como ‘un papá’, era uno de los tres con mayor poder dentro de la FIFA”, sostuvo.
Incluso, Burzaco, aseguró que tras el revés que sufrió el partido de la entonces presidenta Cristina Fernández en las elecciones legislativas de 2009, Julio Grondona, en su función como presidente de la AFA, decidió rescindir el contrato de la concesión de los derechos televisivos de los encuentros de la primera división argentina con la empresa Torneos y el grupo Clarín.