Barcelona. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el del gobierno español, Pedro Sánchez, firmaron este jueves en Barcelona un "tratado de amistad y cooperación", que eleva al más alto nivel las relaciones bilaterales.
Este pacto, que busca reforzar la relación bilateral en aspectos migratorios, de defensa, energía y juventud, fue rubricado por ambos dirigentes bajo la cúpula del Museo Nacional de Arte de Cataluña.
El convenio es el tercero de este tipo que Francia suscribe en Europa, después del acuerdo del Elíseo, firmado en 1963 con Alemania, y el del Quirinal, rubricado con Italia en noviembre de 2021.
España, de su lado, solo tiene un tratado similar con Portugal.
Movilización en paralelo
El encuentro en Barcelona coincidió con la gran movilización esperada en París contra la reforma de las pensiones del gobierno de Macron, de la que probablemente hablará en una posterior conferencia de prensa con Sánchez, o en un discurso ante la nutrida comunidad francesa de Barcelona.
Con el tratado, París quiere destacar así el fortalecimiento de sus relaciones con otros vecinos más allá de Alemania, especialmente en el sur de Europa, en momentos en que el eje franco-alemán de la Unión Europea (UE) muestra flaquezas.
Este pacto "es muy importante porque, básicamente, la vida lingüística, cultural y económica [entre ambos países] llevaba mucha delantera a la estructuración política. Tenemos una verdadera relación de amistad con Pedro Sánchez y, por lo tanto, en Barcelona realmente vamos a crear un marco", explicó Macron al diario español El País.
Madrid lo ve, de su lado, como la elevación al más alto nivel de unas relaciones ya excelentes entre ambos países, cuyos dirigentes mostraron posiciones conjuntas sobre varios temas en los últimos años.
Línea común ante EU
Según el Elíseo, Macron también persigue en Barcelona concretar una "línea común con Madrid" sobre la respuesta que la UE debe dar a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), el plan masivo de inversión impulsado por el presidente estadounidense, Joe Biden, para afrontar el cambio climático.
El presidente francés, que denunció a finales de noviembre en Washington los subsidios estadounidenses "superagresivos", quiere una acción rotunda de la UE para evitar la fuga de empresas europeas atraídas por las ayudas estadounidenses.
Pero este tono firme hacia Washington del mandatario liberal francés no se le ha escuchado hasta ahora al presidente socialista del gobierno español.
Desde Davos, Sánchez se limitó el lunes en la cadena estadounidense CNBC a subrayar que la UE debía "hacer los deberes" y reformar su propia política de subsidios para enviar el mensaje "de que Europa, y por supuesto España, son un buen lugar" para invertir.
Macron pretende igualmente conseguir algún apoyo del jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, quien será recibido el domingo en París para celebrar los 60 años del Tratado del Elíseo.
Francia y España superaron hace tres meses uno de sus principales desacuerdos al decidir, junto a Portugal, sustituir el proyecto de gasoducto "Midcat" -al que se oponía París- por un conducto de hidrógeno "verde" entre Barcelona y Marsella, bautizado "H2Med".
Protestas independentistas
La elección de Barcelona como sede de la cumbre pretende destacar la importancia de este proyecto estratégico y subrayar la distensión del clima social y político en Cataluña, escenario de una tentativa de secesión en 2017.
Los independentistas catalanes, sin embargo, no lo ven así y miles de ellos se manifestaron contra la cumbre en Barcelona, muy cerca de donde tiene lugar, coreando consignas como "¡ni Francia, ni España, países catalanes!".
"El gobierno español quería presumir de que nos tenían rendidos y de que ya habíamos renunciado a la independencia", pero la manifestación intenta "que se den cuenta de que no hemos renunciado a nada", explicó a la AFP David García, un economista de 52 años.
Madrid insistirá también en la necesidad de reabrir los ocho puestos de la frontera franco-española cerrados debido a la lucha de las autoridades francesas contra el terrorismo y la inmigración ilegal.