Washington. El gobierno de Estados Unidos alcanzó su límite de endeudamiento de 31.4 billones de dólares este jueves, por lo que el Departamento del Tesoro comenzó a tomar medidas para evitar el incumplimiento del pago de la deuda de la mayor economía mundial, en medio de un enfrentamiento en la Cámara de Representantes entre demócratas y republicanos, que podría conducir a una crisis fiscal en unos pocos meses.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, informó a los líderes del Congreso que su departamento había comenzado a utilizar medidas extraordinarias de gestión de efectivo que podrían evitar el incumplimiento hasta el 5 de junio. Agregó que existe una “incertidumbre considerable” sobre cuánto tiempo pueden durar las medidas antes de correr el riesgo de impago de la deuda.
“Insto respetuosamente al Congreso a que actúe con prontitud para proteger la plena fe y el crédito de Estados Unidos”, dijo Yellen en una carta al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy.
“El incumplimiento de las obligaciones del gobierno causaría un daño irreparable a la economía estadunidense, los medios de subsistencia de todos los estadunidenses y la estabilidad financiera mundial”, dijo Yellen la semana pasada.
Un default dañaría la credibilidad de Estados Unidos, algo que “nunca debería suceder”, advirtió el presidente ejecutivo del JPMorgan Chase, el principal banco del país.
Los republicanos, que tras las elecciones de mitad de mandato de noviembre controlan la Cámara de Representantes, quieren que el presidente demócrata Joe Biden acepte recortar el gasto público, que consideran que ha alcanzado niveles insostenibles.
La perspectiva de la política arriesgada ha suscitado preocupaciones en Washington y en Wall Street acerca de una dura lucha por el techo de la deuda este año que podría ser al menos tan perturbadora como la prolongada batalla de 2011, que provocó una rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos y años de recortes de gastos domésticos y militares.