Kristinn Hrafnsson, editor en jefe de Wikileaks, y Joseph Farrell, embajador de esa organización, se reunieron con Andrés Manuel López Obrador pocos días antes de la Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN). El Presidente reiteró su solidaridad con Julian Assange, encarcelado en la prisión de máxima seguridad Belmarsh, en Londres, y se comprometió a hablar sobre el caso con Joe Biden, en la reunión privada de ambos mandatarios. Lo cual hizo, afirmó Hrafnsson, en entrevista con La Jornada.
La reunión con López Obrador se llevó a cabo al final de una gira por América Latina, durante la cual la delegación de Wikileaks se vio con los presidentes de Brasil, Colombia, Bolivia y Argentina. “Se comprometieron a apoyar la lucha por la libertad de Julian Assange y a hacer un llamado a la administración de Biden a retirar los cargos contra el australiano”, dijo Hrafnsson.
En el pasado, el mandatario mexicano “ha sido muy vehemente en su apoyo, y fue, en muchos sentidos, la punta de lanza, la única voz entre dirigentes mundiales, que mostraba su apoyo a Julian, cuando otros permanecían en silencio”, siguió Hrafnsson. Por ello, durante el encuentro, Wikileaks le manifestó su agradecimiento. “Fue una muy buena visita, que duró dos horas, en un día ajetreado (la semana previa a la cumbre). Pude entrar en detalle, sobre el caso de Julian, y el Presidente estaba muy atento, comprensivo”.
Presión a EU
Hrafnsson valoró que “fue una buena conclusión de nuestra gira por América Latina. Ahora tenemos el compromiso de todos los principales países al sur de la frontera estadunidense, de presionar moderadamente a la administración de Biden, hacerle un llamado a que haga lo correcto y practique lo que pregona en el tema de libertad de expresión, y que retire los cargos contra Julian”.
Assange lleva casi cuatro años encarcelado en la prisión de máxima seguridad Belmarsh, luchando contra su extradición a Estados Unidos, donde enfrentaría 18 cargos, 17 de los cuales están basados en la Ley de Espionaje, que hasta ahora no ha sido usada contra un periodista. “Están igualando periodismo con espionaje”, indicó Hrafnsson. Si es hallado culpable de todos los cargos, podría enfrentar una sentencia de 175 años.
“Es hora de decir ya basta, necesita ser liberado, no cometió ningún crimen, sólo el crimen de hacer periodismo, y si ese es un crimen hoy, todos deberíamos estar preocupados”, expresó el actual editor en jefe de Wikileaks. “Tengo la esperanza de que el mensaje está permeando, y que otros dirigentes mundiales también se pronunciarán, que escucharán las fuertes voces que provienen de América Latina, de López Obrador en México”.
Actualmente, esperan la decisión del Tribunal Superior del Reino Unido, si permitirá que Julian apele la petición de extradición. Pero la decisión lleva “un tiempo inusualmente largo” en llegar.
Caso político, no judicial
A juicio de Hrafnsson, queda claro que el caso de Assange es político y no judicial. “Están eludiendo hasta el hecho de que la petición de extradición viola el tratado de extradición entre Estados Unidos y Gran Bretaña. Este tratado prohíbe la extradición por causas políticas, y Julian es acusado de la ofensa política en su forma más pura: espionaje.” Así que “no podemos depender del proceso judicial, tenemos que tratar esto como lo que es: una persecución política que requiere de la intervención e interés de los líderes políticos”.
De ahí su beneplácito de que “más dirigentes siguen el ejemplo de López Obrador: Gustavo Petro en Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Alberto Fernández y Cristina Kirchner (como vicepresidenta) en Argentina y Luis Arce en Bolivia; todos estuvieron de acuerdo y nos dijeron: esto es inaceptable, para nosotros, como líderes de países, porque nos afectará, a los periodistas les afectará, si este ejemplo se lleva a cabo (sentenciar a Assange en Estados Unidos); representa mucho más que la vida de un individuo, es una amenaza al principio de la libertad de expresión en todo el mundo”.