Moscú. Figura controvertida –profeta para unos, charlatán para otros; idolatrado y odiado por igual–, Aleksei Arestovich, consejero de la Oficina de la Presidencia ucrania sin llegar a formar parte del entorno más cercano del mandatario Volodymir Zelensky, presentó este martes su dimisión.
La causa: las declaraciones que hizo la noche del sábado anterior, las cuales provocaron un enfrentamiento verbal con la cúpula del ejército y dejaron la impresión de que el gobierno de Ucrania carece de una sola política en materia de información sobre lo que ocurre en la guerra, a la vez que permitieron a Rusia responsabilizar a la defensa antiaérea ucrania de haber causado la destrucción del edificio multifamiliar el sábado anterior en la ciudad de Dnipro.
Al menos, así se interpretó que Arestovich deslizara la posibilidad de que la tragedia de Dnipro pudo deberse a que las fuerzas de defensa antiaérea derribaron un misil ruso identificado como X-22, creado a fines de los años 60 del siglo pasado, por sus características de vuelo, para atacar portaviones de Estados Unidos.
El vocero del ejército, Yuri Ignat, lo descartó de manera categórica al verse obligado a reconocer, por primera vez, que Ucrania no tiene recursos técnicos para neutralizar ese tipo de artefactos. Según los expertos, en los once meses de guerra Rusia lanzó ya 210 misiles de este tipo desde bombarderos pesados TU-22 M y contra objetivos en ciudades, lo que, a su juicio, disminuye su precisión.
Esta falta de elemental coordinación a la hora de informar –en el contexto de una tragedia que se saldó, con cifras hasta el mediodía de este martes, cuando se dieron por terminadas las labores de rescate, con 45 muertos, decenas de heridos y 19 desaparecidos–, generó una inusual polémica en la cúpula ucrania que este martes concluyó de modo abrupto con la renuncia de Arestovich.
“Acabo de presentar mi renuncia. Quiero dar ejemplo de comportamiento civilizado: quien cometa un grave error, debe dimitir", publicó en su cuenta de Facebook, junto con una foto de la carta redactada a mano que dirigió al titular de la Oficina de la Presidencia, Andriy Yermak.
La directora de administración y personal de la Oficina de la Presidencia, Maria Vytushok, firmó ya la orden de cese de Arestovich, de acuerdo con el portal noticioso del periódico Ukrainskaya Pravda.
Todavía el lunes, ante el coro de voces que pedía en las redes sociales su destitución por “dar al enemigo la posibilidad de usar sus palabras como prueba de que no tuvo ninguna culpa” en la tragedia de Dnipró, Arestovich admitió haberse equivocado “al no comprobar la información” antes de participar en el programa nocturno “Feiguin Live”, que se transmite por Internet, del abogado y defensor de los derechos humanos ruso Mark Feiguin, exiliado en Kiev.
“Simplemente, estaba cansado. 320 días de transmisiones nocturnas en directo, además del resto del trabajo, falta de sueño permanente, tensión todo el tiempo, viajes constantes, infinidad de encuentros todos los días y… antes del programa de Feiguin se me cerraban los ojos y apenas podía mover la lengua”, afirmó Arestovich, pero las demandas de su destitución continuaron con más intensidad.
El diputado de la Rada, Aleksei Goncharenko, dio a conocer que comenzó a reunir firmas para exigir la destitución de Arestovich y solicitó al mando del ejército verificar si el consejero “cometió traición a la Patria”.
Por la noche del lunes, Arestovich acudió de nuevo al programa de Feiguin para disculparse con los familiares de las víctimas de la tragedia de Dnipró y lamentó que “los enemigos de Ucrania hayan dado tanta importancia a sus palabras” sin otro próposito que, en su opinión, causar más daño.
Convertido en un activo tóxico para Zelensky, la dimisión de Arestovich estaba cantada. Al despedirse del cargo –no de la posibilidad de seguir opinando en la televisión y en Internet acerca de lo que acontece en su país, pero en calidad de “ex consejero”– Arestovich dejó este martes en las redes sociales esta frase para el club de sus seguidores incondicionales:
“La vez pasada cuando dimití (como portavoz de la delegación ucrania en las negociaciones de Minsk, después de otro escándalo), mes y medio más tarde comenzó la guerra. Veremos que va a pasar ahora”.