Chihuahua, Chih., El comité técnico del fideicomiso Bosques de San Elías Repechique omitió consultar a indígenas de la etnia rarámuri en el municipio serrano de Bocoyna respecto al ejercicio de 31 millones de pesos, y los asignó a la reparación de un camino rural y la construcción de un centro comercial en el poblado turístico de Creel, obras que no son prioritarias, denunció la Red en Defensa del Territorio Indígena de la Sierra Tarahumara (Redeti).
En un posicionamiento público, la red acusó que la comunidad rarámuri no dio su opinión respecto al destino de estos recursos, que les pertenecen, pues los recibieron como pago de reparación de daños por la construcción del aeropuerto regional Barrancas del Cobre en su territorio ancestral.
Asimismo, Consultoría Técnica Comunitaria AC, agrupación que forma parte de la Redeti, manifestó que representantes de la comunidad rarámuri en el comité técnico fueron presionados por funcionarios del gobierno del estado y firmaron bajo protesta un proyecto para el revestimiento del camino de 12 kilómetros, con costo de 4 millones de pesos, y otro de 27 millones para la construcción del centro comercial.
La Redeti pidió que la Comisión Estatal para los Pueblos Indígenas de Chihuahua (Coepi) no permita que se beneficie a particulares con los recursos del fideicomiso y, en cambio, se respete el derecho de la comunidad rarámuri a decidir.
En el 2014 (durante el sexenio del priísta César Duarte Jáquez), los rarámuris ganaron una demanda contra la construcción del aeropuerto, y en la sentencia se reconocieron derechos colectivos derivados de la posesión de 11 mil 400 hectáreas, señaló la red.
Además, el juez ordenó realizar una consulta siguiendo parámetros internacionales para la reparación del daño inmaterial ocasionado a la cultura, identidad, posesión y cosmovisión de los indígenas.
En 2017, el gobierno de estado constituyó un fideicomiso para financiar proyectos productivos y de beneficio colectivo, con lo cual cumplió en parte con la sentencia; sin embargo, la reparación del camino rural y la construcción de un centro comercial no son necesidades expresadas por la comunidad, acusó la Redeti.
Precisó que los proyectos presentados por la etnia fueron la construcción de un salón comunitario en la localidad de Repechique, el mejoramiento de viviendas, así como la compra de dos tractores e insumos para agricultura, y estos proyectos llevan esperando un año para su aprobación.
En abril de 2020, las mujeres de Bosques de San Elías Repechique iniciaron la construcción de un taller de costura y la fiscalía estatal respondió con denuncias por despojo, robo y daños al medio ambiente, las cuales fueron iniciadas por mestizos del poblado de Creel, que se ostentan como propietarios del territorio indígena.
El taller de costura Bowe Najativo (“permanezcamos en el camino”, en español), está ubicado en un predio que disputan los mestizos a los rarámuris. Para su construcción se utilizaron recursos del fideicomiso Bosques de San Elías Repechique y estuvo clausurado 10 meses debido a las denuncias a las que dio curso la fiscalía.
La Redeti esta conformada por las asociaciones civiles Alianza Sierra Madre, Awé Tibúame, Centro de Capacitación y Defensa de los Derechos Humanos e Indígenas y Consultoría Técnica Comunitaria.