El presidente de la República dio instrucciones al canciller Marcelo Ebrard en el sentido de que se haga un relanzamiento de la política internacional y la diplomacia mexicanas, según lo anunció en la reunión de embajadores y cónsules que tuvo lugar la semana anterior en la Ciudad de México. La prioridad, puntualizó Ebrard, es la protección de los paisanos que viven en el exterior. La mayor parte se concentra en Estados Unidos; sin embargo, la pandemia ha provocado una diáspora hacia Europa, América Latina, Canadá y otras latitudes. La nueva diplomacia abarcará otras áreas, algunas inusuales. Se ha encargado, por ejemplo, al personal diplomático que esté atento de los desarrollos científicos, médicos y tecnológicos y los reporte a México. Asimismo, la promoción de inversiones, turismo y por supuesto la imagen del país y su renaciente economía. El AIFA recibirá atención especial. Los diplomáticos lo visitaron antes de volver a sus países. ¿Viajará Andrés Manuel al exterior? Sí. Los destinos están por definirse. Ebrard ha cumplido su tarea y la Secretaría de Relaciones Exteriores recibió un aumento a su presupuesto para este año; será aumentado el personal de embajadas y consulados.
Todo salió bien
El presidente está muy satisfecho con la visita del presidente Biden y el primer ministro Trudeau. La buena vibra tuvo su mejor momento en el viejo elevador de Palacio Nacional, en el que descendieron las tres parejas: Biden, Trudeau y López Obrador con sus respectivas esposas (Andrés Manuel como elevadorista), aunque pusieron en jaque a los agentes del Servicio Secreto que tienen la instrucción de nunca perder de vista al ocupante de la Casa Blanca. Ha habido parpadeos que terminaron en tragedia, más no en México, aquí estaba entre amigos. Aunque duela a algunos, hay que decirlo: Beatriz Gutiérrez Müller desempeñó un papel brillante.
¿Y qué arreglaron?
Los resultados todavía no se materializan. Hubo una reunión trilateral con la participación de México, Canadá y Estados Unidos. Los jefes de Estado firmaron la Declaración de América del Norte centrada en construir una economía para beneficiar a las personas y expandir la cooperación en cada uno de seis pilares: Diversidad, Equidad e Inclusión; Cambio Climático y Medio Ambiente; Competitividad; Salud; Migración y Desarrollo; y Seguridad Regional. Esa es una declaración que sirve como marco general. Pero hubo reuniones bilaterales México y Estados Unidos, Canadá y México, y Estados Unidos-Canadá. Entraron a lo concreto. Uno de los resultados más importantes fue el acuerdo de impulsar la sustitución de importaciones de otros países y acercarse a una autarquía que puede parecer irreal. En otras palabras, dejar fuera a China. De alguna manera es un regreso al proteccionismo del que México tiene malos recuerdos. Vamos a ver cómo aterrizan este acuerdo, que obviamente, generaría millones de empleos, pero limitaría la competencia y generaría aumentos de precios.
El megapeso
Todo el fin de semana la moneda nacional se mantuvo debajo de 19 pesos por dólar, a 18.60 en el mercado libre, lo cual es algo memorable. En los gobiernos prianistas se devaluó más de 100 mil por ciento. Salinas de Gortari y su secretario de Hacienda Pedro Aspe le dieron una manita de tigre para que no se viera tan aporreado y le quitaron tres ceros. De otro modo hoy lo veríamos en 18 mil 600 pesos por dólar. En la gráfica aparece una breve reseña de los presidentes y las devaluaciones. Cada uno dejó a millones de familias en la miseria y decenas de miles de empresas quebradas. Tal vez la más traumática fue la de Miguel de la Madrid. Es en los tiempos de la 4T que el peso observa una revaluación.
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Ahora que me cotizo en dólares está a 18 varos. Así no, Andrés Manuel.
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