Los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) preparan una estrategia de defensa frente a la reforma en este ámbito. En principio prevén presentar controversias constitucionales y defender la plantilla laboral del organismo.
El INE no tiene sindicato, por tratarse de un organismo autónomo que realiza un trabajo técnico especializado; su nómina está integrada por casi 18 mil personas con plazas fijas, divididas en dos bloques: servicio profesional electoral y la rama administrativa, ambos regidos por un estatuto.
Los consejeros tomarán la batuta de la defensa y, por lo pronto, acordaron realizar cinco reuniones regionales para llegar a todos los trabajadores y analizar aspectos particulares en cada zona.
En la semana que concluye, el consejero presidente, Lorenzo Córdova, indicó que a causa de la reforma se verían afectados 7 mil de los 17 mil 600 trabajadores. Igualmente, desaparecerían 350 plazas de las 2 mil 600 del servicio profesional electoral.
Al preguntarle al respecto, la consejera Carla Humphrey, presidenta de la Comisión de Organización Electoral del INE, aseveró que hay preocupación.
“Hemos tenido distintas reuniones; abordamos la reducción de casi 85 por ciento del servicio profesional electoral y de varios temas que tocan la médula o la columna vertebral del propio instituto, que parten de un desconocimiento y algunos de mis compañeros han dicho que (el objetivo de la reforma) es dañar a la institución electoral”, comentó en entrevista.
La estrategia, subrayó, no es decisión sólo del consejero presidente, sino de todos quienes están de acuerdo en que se ejercerán todas las líneas jurídicas. Así, apenas entren en vigor los cambios –derivados de reformas a seis leyes– “se detonarán las rutas jurídicas para defender, sí al INE, pero (principalmente) a nuestra democracia”.
Los consejeros –de igual forma Humphrey– aseguran que sus propósitos no responden a un grupo político, sino al objetivo de garantizar que existan instituciones sólidas que organicen los procesos comiciales. “El camino lo seguimos evaluando y para ello tendremos cinco reuniones. Claramente, la estructura del instituto está intranquila, preocupada por lo que pueda pasar”, alertó.
En esta ruta, los consejeros se reunieron en días pasados con los vocales (o representantes) del INE en los 32 estados, y habrá otros encuentros específicos para continuar con la definición de la estrategia de defensa.
Señaló que los cambios –promovidos por la mayoría legislativa integrada por Morena y sus aliados– afectan los derechos laborales de los trabajadores del INE y de los institutos locales.
Aclaró que ha sido explícita en cuanto a estar a favor de cambios para hacer un INE más “austero, esbelto y dinámico (...) pero no de la forma en que se hizo, sin ni siquiera escuchar los planteamientos técnicos de la autoridad electoral, porque nosotros no estamos jugando al lado político ni somos legisladoras y legisladores, pero técnicamente pudimos aportar elementos que dieran luz a estas discusiones”.