La actual fortaleza del peso mexicano frente el dólar obedece a diversos factores, entre ellos la estrategia de proximidad e integración con Estados Unidos y Canadá, el hecho de que México haya salido de la parte más difícil de la pandemia sin endeudarse y el efecto de los programas sociales del actual gobierno, señaló Noemí Levy, profesora de la Facultad de Economía de la UNAM.
En entrevista con La Jornada, la académica indicó que la “sobrevaluación” de la moneda nacional se explica en cierta medida por “la estrategia de consolidación y fortalecimiento de la región (de América del Norte) y la política de proximidad con Estados Unidos y Canadá”, además del nearshoring, es decir, la práctica empresarial de transferir parte de sus operaciones o producción a países cercanos.
“Si escuchamos a los tres presidentes (en la recién terminada Cumbre de Líderes de América del Norte), da la impresión de que hay una luna de miel en pleno apogeo, a pesar de que se están dirimiendo varios temas, como la política petrolera, y eso le da mucha certeza al gran capital”, indicó.
Otro factor que incide en la actual valuación del peso es el hecho de que México es uno de los pocos países que salen sin deuda de la pandemia, y aunque le costó recobrar el crecimiento un año más que a otras naciones, lo pudo hacer. Además, “parece que sí funcionan los pagos que se les dan a los adultos mayores a través de programas sociales como un mecanismo para ampliar el mercado interno.
“En la parte económica, ninguna variable se salió (de control), pese a la pandemia, y eso combinado con un arraigo muy alto del presidente (Andrés Manuel López Obrador), le da certeza al gran capital. Además, sigue la reactivación del turismo y las remesas. En términos económicos le ha ido bien a este régimen, aunque hubiésemos esperado que hubiera más gasto.”
Consultada sobre los escenarios para el peso, Levy señaló que “una moneda tan sobrevaluada no es la mejor opción a largo plazo, pero en el contexto inflacionario, de guerra y de escasez que enfrentamos, es una vía para que la inflación no se descontrole”.
Luego de enfatizar que el nearshoring da a México “un poder de negociación más fuerte” ante Estados Unidos y Canadá, la investigadora llamó al gobierno del país a “generar mayor gasto público que dinamice los sectores productivos estratégicos”, además de apoyar más a las pequeñas y medianas empresas, y no basar sus expectativas únicamente en la inversión extranjera directa, que “no es la salida para el crecimiento”.