El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró a su esposa Beatriz Gutiérrez con motivo de su cumpleaños.
Por la mañana le entregó un ramo de flores justo en la puerta de su habitación; por la tarde, compartieron una comida con amigos y su hijo Jesús en el restaurante El Cardenal, frente a la Alameda Central de la Ciudad de México, y al salir el mandatario indicó que la habían pasado bien.
El festejo comenzó por la mañana. El jefe del Ejecutivo compartió en redes sociales ese momento de su vida personal. Citó algunos versos del poema Te quiero, del uruguayo Mario Benedetti: “Tus ojos son mi conjuro/ Contra la mala jornada/ Te quiero por tu mirada/ Que mira y siembra futuro”. Y cerró el mensaje: “Feliz cumpleaños, amada Beatriz”.
Acompañó esas palabras de un video que documentó el momento en que entrega un ramo de rosas blancas y rosas. Se le ve llegar a la puerta de la habitación, se asoma y dice a su esposa: “¿No vienes?” Segundos después, la festejada aparece en escena, sonríe y como respuesta al detalle llena de besos al mandatario, quien también la besa y abraza.
“Por tus 45, mi amor”, le dice él. “¡Ahí me quedé, ahí me quedé. No más. Ay, gracias, pareces un novio de 15 años!”, responde Gutiérrez.
El mandatario entonces le comenta: “Por todo lo que me ayudas, me apoyas, me proteges, me iluminas”. Su esposa añade: “Eso y más”. Y se vuelven a besar.
“Bueno, ahí está, a ver si te gustan”, dice López Obrador. Entonces, su esposa le agradece y afirma que con una flor hubiera bastado.
“Y la tarjeta, lo que dice, esa la guardas”, solicita el Presidente. Sin atender la petición, su compañera revela el contenido del mensaje: “Felicidades por tu cumpleaños, vamos a estar juntos para la eternidad”.
Horas después, al filo de las 14:20, llegaron al tradicional restaurante, donde convivieron con un pequeño círculo de amigos y su hijo Jesús por más de tres horas. De pronto apareció un trío que interpretó las infaltables Mañanitas y algunos boleros, como Te extraño.
En el lugar no hubo necesidad de desplegar un amplio operativo de seguridad. Llegaron y se retiraron en el auto compacto que habitualmente usa el mandatario. “¿Se la pasaron bien?”, preguntó La Jornada antes de que se retiraran, a lo que López Obrador contestó afirmativamente con una sonrisa.