De las 47 armas de fuego aseguradas por las autoridades luego de la detención de Ovidio Guzmán, incluyendo armamento antiaéreo de alto calibre, el “65 por ciento fueron producidas, diseñadas y transportadas desde Estados Unidos a México”, de acuerdo con el canciller Marcelo Ebrard.
En la edición 34 de la Reunión de Embajadores y Cónsules (REC), que se celebra en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el funcionario resaltó que otro porcentaje de ese armamento de alto poder en manos del grupo criminal que operaba con Guzmán provino de otros países, “básicamente de la Unión Europea (UE)”.
Ebrard ofreció una charla a las y los embajadores de México, así como a representantes extranjeros acreditados en el país, en la que delineó las prioridades de la política exterior del presidente Andrés Manuel López Obrador y enfatizó la relevancia de detener el tráfico de armamento ilegal que llega a México.
El canciller dijo que si bien es muy importante para México atender la preocupación estadunidense de controlar el tráfico de fentanilo -una posición que fue expresada esta semana por Joe Biden a López Obrador en las reuniones que sostuvieron ambos mandatarios como parte de la Cumbre de Líderes de América del Norte-, el gobierno mexicano también solicita que la administración estadounidense contenga el trasiego ilegal de armas a territorio nacional.
Tras señalar que México planteó el año pasado sus preocupaciones por el tráfico ilegal de armas en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde están representados los países que concentran el 90 por ciento de la producción mundial de armamento, Ebrard pidió “control de las armas y responsabilidad de los países que la producen, las venden y las distribuyen”.
“Ya basta de que hablemos de los problemas y los efectos (que generan las armas), pero de las causas no, porque los irritan. Ya no. Esta va a ser otra gran batalla en 2023”, dijo el canciller.
Ebrard dijo que para México no debe haber distinción entre las armas ligeras y las pesadas a la hora de detener su tráfico. “Para nosotros cualquier arma que ponga en peligro la vida de una persona es peligrosa y letal, y por tanto objeto de reflexión y de regulación por parte de los Estados”.
El funcionario dijo que la principal preocupación mexicana es la reducción de la violencia en México y que esta no bajará si no se detiene el ingreso de armamento ilegal.
Sobre la relación con Estados Unidos, dijo que esta llegó a “un punto de tensión máxima después de la detención del general (Salvador) Cienfuegos”, ex secretario de la Defensa Nacional.
A poco más de dos años de la aprehensión se Cienfuegos, detenido en el aeropuerto de Los Ángeles en octubre de 2020 y acusado por el gobierno de Estados Unidos de cuatro cargos relacionados con el narcotráfico y lavado de dinero, Ebrard consideró que hoy la relación con el país vecino ha cambiado, pues ahora hay incluso un plan común en materia de seguridad entre los gobiernos de López Obrador y Biden.
Expuso que otro cambio significativo en la relación bilateral es que hasta hace pocos años no existía la idea de Norteamérica como una región integrada, y que ahora hay una visión regional común.
Ebrard aseguró que la base para llegar a este nuevo punto en las relaciones con el vecino del norte ha sido “la firmeza, defender las posiciones de México”.
Un día después de que los integrantes del cuerpo diplomático se reunieron en Palacio Nacional con López Obrador, Ebrard explicó que la protección de los mexicanos en el extranjero es la principal prioridad de la política exterior del gobierno federal para 2023.
Añadió que también es prioritario para el presidente López Obrador acelerar el dinamismo de la economía norteamericana y la defensa de los intereses de México en todos los ámbitos multilaterales, como la movilidad laboral.
