Los sindicatos de Mexicana de Aviación acudieron el martes a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) para notificar que se desisten de las demandas de embargo a la marca e inmuebles de la extinta aerolínea para que el gobierno federal los adquiera por un monto de casi 817 millones de pesos.
“Cuando tenga el dinero la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, que es la que va a comprar la marca, le avisará a la Junta Federal para que ésta haga efectivo el desistimiento de los embargos y depositen el dinero”, señaló a La Jornada José Alonso Torres, secretario de prensa y publicidad de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA).
Explicó que, posteriormente, en mesas de negociación con la Secretaría de Trabajo, “que ya están muy avanzadas”, se acordará con los sindicatos qué proporción corresponde a cada uno.
Los sindicatos, a su vez, “serán los responsables de repartir entre sus agremiados” los recursos para formalizar la compra-venta de activos, agregó el dirigente.
Fausto Guerrero, líder de la Asociación de Jubilados, Trabajadores y ex Trabajadores de Aviación Mexicana (Ajteam), indicó que los recursos que surjan de la venta de la marca, un centro de adiestramiento y dos edificios (en Guadalajara y la Ciudad de México) darán “cuando mucho 10 por ciento de los que les debió haber tocado” a quienes trabajaron en la aerolínea, que hace 12 años suspendió operaciones.
Alonso Torres mencionó que el dinero se repartirá de acuerdo al salario y antigüedad de los trabajadores. El cálculo, aseguró, se hará de forma transparente, supervisado por el Comité Ejecutivo de ASPA y habrá auditoría “para que todo quede perfectamente bien claro”.
El capitán informó que representantes de la ASPA, Ajteam, sobrecargos y trabajadores en tierra acudieron a la JFCA a desistirse de las demandas de embargo, con el fin de permitir la venta de los bienes.
Guerrero señaló que el dinero obtenido de la transacción se considera parte de la liquidación de los ex trabajadores, alrededor de 8 mil 500, y 650 jubilados. “La instrucción del gobierno federal es que nadie quede excluido, ya sea si decidieron demandar por la vía colectiva o individual”, comentó.
Ambos dirigentes sindicales coincidieron en que la operación es un resultado agridulce, puesto que a lo largo de los 12 años han fallecido trabajadores “sin llevarse nada”. Además, resaltó el líder de Ajteam, entre más pase el tiempo los bienes y la marca de la extinta aerolínea, que en agosto de 2010 realizó su última operación, va perdiendo valor.
Calculó que en 2015 se valuó en 135 millones de dólares. Dos años después fue en casi la mitad, 75 millones, y cinco años más tarde, en 20.8 millones de dólares. “Esto quiere decir que el día de mañana no va a valer absolutamente nada”.