De 2012 a la fecha han sido vendidas o afectadas alrededor de 160 hectáreas de la región de Wirikuta, pese a ser considerada tierra sagrada para las comunidades wixárikas en San Luis Potosí. Dichas zonas han sido adquiridas por empresas agroindustriales para la producción de jitomate y avícola, denunciaron ejidatarios.
En conferencia de prensa en la Ciudad de México, explicaron que se reunieron con autoridades de la Procuraduría Agraria y del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) para pedir acciones que garanticen un alto a los procesos de privatización.
Aseguraron que hubo buena respuesta y perfilaron un eventual decreto para salvaguardar esta zona, que además, dijeron, es una región natural protegida.
“Hay un proceso que ha crecido desde hace más de 15 años de repartición de tierra, de venta de ejidos, que ha permitido el crecimiento de una agroindustria que amenaza con avanzar más”, indicó Eduardo Guzmán, ejidatario de Las Margaritas, lugar al que “ya están tocando la puerta” los empresarios para presionar en busca de una ampliación.
Luego de reunirse también con representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), así como integrantes de la Secretaría de Gobernación, indicaron que actualmente existe un decreto estatal de protección a Wirikuta.
Pese a ello, hay autoridades locales que “han participado incentivando el reparto de tierras”, por lo que expusieron la necesidad de un decreto nacional para invalidar “asambleas que evidentemente son ilegales”. “Hemos obtenido respuestas positivas, de atención de que ese proceso va a ser detenido”, agregó.
Guzmán destacó que de acuerdo con las leyes en la materia, los ejidos con alto porcentaje forestal no pueden ser parcelados; alertaron que hay mineras “al acecho” que han pagado a personal que busca convencer a los ejidatarios de vender.