El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, afirmó ayer que para Washington las preocupaciones sobre la política energética mexicana “están ahí”, pero confió en que las conversaciones al respecto tendrán “un buen resultado”.
Un día después de concluida la Cumbre de Líderes de América del Norte, Salazar evitó dar detalles sobre el proceso de extradición de Ovidio Guzmán, pero aseguró que ambos gobiernos trabajan para que haya “más extradiciones” de narcotraficantes.
Cuestionado sobre si hubo un acuerdo entre los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá para que las disputas energéticas relacionadas con el T-MEC no fueran un tema en la sesión trilateral de la CLAN, Salazar comentó que las inquietudes de su país y de Canadá “están ahí” y “se siguen trabajando”.
El diplomático manifestó que si bien “hemos pasado bastante tiempo” en el proceso de consultas sin que se haya solucionado la disputa, “hay un marco legal para resolverla.
“El gobierno de México tiene un equipo trabajando en los problemas que se identificaron. Ese proceso sigue y esperamos que tenga resultados buenos. Por eso se creó el T-MEC, donde hay capítulos en los que si hay diferencias, ahí está el camino por donde se tiene que resolver”, declaró Salazar.
El enviado de Washington hizo un balance de la CLAN y resaltó tres temas: los acuerdos para avanzar en la integración de América del Norte, los hechos para atender los problemas migratorios y los establecidos en materia de seguridad.
EU, “mirando al sur” como nunca
Afirmó que para su país los temas energéticos se enmarcan en la necesidad de que Norteamérica se convierta en una región en la que se potencien las energías renovables.
Sobre migración, sostuvo que el gobierno de Biden está “mirando al sur” como no se había hecho antes y ha hecho “todo lo que hemos podido” para atender los crecientes flujos migratorios, pero consideró que “es momento de que el Congreso de Estados Unidos haga su deber y legisle en la materia”.
Sobre seguridad, destacó que para el gobierno de Biden y sus agencias es prioritario el combate al tráfico de fentanilo, que ha causado una crisis sanitaria en el país vecino.