La negativa de Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja a reconocer los resultados de la encuesta hecha por su partido, Morena, la cual dio el triunfo “inobjetable” a Armando Guadiana y lo ubicó en un lejano tercer lugar en las preferencias en Coahuila, ha provocado duros cuestionamientos a su conducta en el seno morenista, pues podría provocar la “pulverización del voto”, porque de contender por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) restará 2.6 por ciento de la intención al morenismo, y si lo hiciera por el Partido del Trabajo (PT) la merma a la causa de Armando Guadiana será de 2 por ciento.
En la elección de ayuntamientos en Coahuila en 2021, por separado, los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) sumaron 708 mil 307 votos: 531, mil 931; 164 mil 409 y 11 mil 987, respectivamente.
Morena y sus aliados, los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM), consiguieron 479 mil 5 sufragios: 406 mil 852; 26 mil 810 y 45 mil 343, en ese orden.
En momentos en que Morena requiere sumar, Mejía Berdeja (que ya fue militante del PRI, admirador de Luis Donaldo Colosio y seguidor de Movimiento Ciudadano de la mano de Dante Delgado y Luis Walton), insiste en torpedear a Guadiana.
En Coahuila, el senador y empresario minero tiene un nivel de reconocimiento de 80 por ciento entre la población, mientras el de Mejía Berdeja es de 28 por ciento. Guadiana tiene además el voto de la mitad de los integrantes del Consejo Político Estatal de Morena, pero Mejía Berdeja ha conseguido el apoyo de un número cercano.
En un escenario que desde el inicio favorecía a Guadiana, Mejía dio la sorpresa al oponerse al método de selección de candidato (por encuesta), sistema que Andrés Manuel López Obrador, entonces dirigente del movimiento, promovió por considerarlo el más certero y transparente.
Mejía pretende encabezar el Partido Verde, el cual está a punto de firmar una alianza con la Unión Democrática Ciudadana (UDC), partido local dirigido por Lenin Pérez, quien se perfila también como candidato por ambos institutos, mientras el PT lleva muy avanzado su convenio con Morena. En Saltillo, capital de Coahuila, ayer su rumoraba que el inconforme se registraría como aspirante en las oficinas de Morena porque el límite para hacerlo vence el próximo viernes.
En el entorno de Armando Guadiana se dice que “el ingeniero está muy enojado con Mejía Berdeja”, y se pregunta “¿qué está pasando? ¿Cómo puede moverse así un funcionario público cuando dijo que aceptaba los resultados?”
Entre algunos morenistas la respuesta al encono de Mejía Berdeja se encuentra en la esencia en su carrera política: de joven se acercó al grupo cercano de Luis Donaldo Colosio en Coahuila; eso le permitió ser diputado local. Fue secretario particular del director general de Participación Social de la antigua Procuraduría General de la República y secretario general de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (parte de la estructura del PRI) en el estado. En 1997 renunció al tricolor.
Fue diputado federal de 2012 a 2015 por Movimiento Ciudadano, movido por la idea de que podía ser presidente municipal de Acapulco para suceder a su amigo Luis Walton. En 2018 le ofrecieron trabajar con Marcelo Ebrard, pero optó por Alfonso Durazo Montaño (quien fue secretario particular de Colosio) como jefe de oficina de la nueva Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, donde fue nombrado subsecretario.
De su relación con Dante Delgado obtuvo que lo designaran secretario de organización nacional de MC, diputado local plurinominal, diputado federal plurinominal y candidato a la presidencia municipal de Acapulco.
En MC ya no quieren recordarlo, pues, “nunca renunció al partido y ni siquiera dio las gracias”.