El cardenal australiano George Pell, que llegó a ser tesorero del Vaticano antes de ser acusado y absuelto de abuso sexual en su país, murió en Roma a los 81 años, indicó una autoridad eclesiástica el miércoles.
Desde su humilde comienzo en la Australia rural, Pell se convirtió en uno de los asesores de mayor confianza para el papa Francisco en el Vaticano hasta que estalló el escándalo de pederastia.
"Con profunda tristeza puedo confirmar que su eminencia, el cardenal George Pell, falleció en Roma a primera hora de la mañana" del martes, dijo el arzobispado australiano Anthony Fisher en un comunicado enviado a la AFP.
En un telegrama de condolencias, el papa Francisco transmitió este miércoles su "tristeza" y saludó a un "fiel servidor que, sin dudar, siguió a su señor con perseverancia incluso ante la adversidad".
De acuerdo con el diario oficial del Vaticano, el cardenal falleció por complicaciones cardíacas vinculadas a una intervención de cadera a la que se sometió el martes en un hospital de Roma.
Donald McLeish, de la Red de Supervivientes de Abusos de Sacerdotes, dijo que el cardenal encarnaba la indiferencia de la Iglesia hacia las víctimas de pederastia.
"Su nombre es conocido por supervivientes en todo el mundo", dijo a la AFP. "No solo por su inacción, sino por la frialdad que tuvo hacia las víctimas y los supervivientes", agregó.
Sin embargo, el antiguo primer ministro conservador australiano, Tony Abbott, lo despidió como "un santo de nuestros tiempos" cuyo nombre quedó manchado por "atroces acusaciones", y describió su proceso judicial como "una forma moderna de crucifixión".
El cuerpo del cardenal será repatriado a Australia y enterrado en la cripta de la catedral de Santa María de Sídney, indicaron autoridades eclesiásticas.
El prelado tenía todavía abierta una demanda como coacusado y los abogados de la parte denunciante señalaron que iban a seguir adelante con el proceso.
El caso había sido presentado por el padre de un antiguo monaguillo que alegó haber sufrido abusos sexuales por parte del cardenal.
"La demanda seguirá adelante contra la Iglesia y contra cualquier patrimonio que Pell haya dejado", declaró Shine Lawyers en un comunicado.
Un año en prisión
Antes de su arresto en Australia, Pell era considerado la mano derecha del papa Francisco y la tercera persona más importante en la Iglesia católica.
El primer ministro laborista Anthony Albanese, que se define como católico no practicante, envió sus condolencia a "todos aquellos que están de luto".
En 2014, el cardenal australiano recibió del papa Francisco la tarea de limpiar la curia de corrupción como responsable de la Secretaría de Economía del Vaticano.
Pero solo tres años después volvió voluntariamente a Australia para enfrentar las acusaciones de abuso sexual, que negó firmemente hasta su muerte.
El primer juicio terminó sin acuerdo del jurado, pero el segundo lo declaró culpable de haber abusado de dos monaguillos de 13 años en la década de 1990.
En 2019 fue condenado a seis años de cárcel e ingresó a la prisión de Barwon, cerca de Melbourne, donde estaría recluso más de 12 meses.
En abril de 2020, la Corte Suprema de Australia revocó su sentencia y lo absolvió. Meses después, Pell volvió a Roma, donde fue recibido por el pontífice argentino en el Palacio Apostólico en octubre de 2020.
La semana pasada asistió al funeral del papa Benedicto XVI en la plaza de San Pedro.
Criticado por una comisión
Aunque absuelto por la justicia, una investigación del gobierno criticó la inacción de Pell ante las acusaciones de pederastia que emergieron dentro de la Iglesia católica de Australia.
"En 1973, el cardenal Pell no era solo consciente de los abusos sexuales a niños en el clero, pero que también había considerado medidas para evitar situaciones que pudieran provocar habladurías sobre el tema", concluyó la comisión en 2020.
Nacido en la pequeña localidad de Ballarat en el estado meridional de Victoria, Pell llegó más alto en la Iglesia católica que ningún australiano antes que él.
El arzobispo de Melbourne, Peter Comensoli, dijo el miércoles que Pell fue "un líder muy significativo e influyente de la Iglesia, tanto en Australia como internacionalmente".