Guadalajara, Jal., Javier Armenta, Iván Cisneros y Alexis Rojas, estudiantes de la Universidad de Guadalajara (UdeG) presos desde el 5 de enero, fueron liberados la tarde de este martes, luego de una larga audiencia en la que estuvieron presentes visores de la subsecretaría de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación enviados por su titular, Alejandro Encinas.
Sin embargo, el juez Felipe de Jesús Rivera Gallegos determinó que serán vinculados a proceso penal y llevarán su causa en libertad.
Juan Carlos Guerrero, abogado general de la UdeG y quien encabezó la defensa de los tres jóvenes, explicó que aunque estén libres, tendrán que acudir a la Unidad de Medidas Cautelares una vez al mes durante los siguientes seis, además de que no podrán acercarse al predio en disputa en tanto se desahoga el proceso penal.
Los alumnos fueron acusados de “despojo con violencia” y de invadir un predio en Huentitán que fue adquirido para parque público y hoy está en posesión de una empresa inmobiliaria.
También informó que el juez concedió a la Fiscalía del Estado cuatro meses para ampliar la investigación y allegar más pruebas, aunque estimó que al otorgarse la libertad a los universitarios y comprobarse que no portaban armas como acusó el Ministerio Público, la defensa tendrá más elementos.
Guerrero precisó que aunque Rivera Gallegos -–esposo de María Cristina Estrada, ex regidora, ex síndica y actual funcionaria de Guadalajara ligada a Movimiento Ciudadano– hubiera insistido en dejar a los estudiantes en prisión, no habría podido porque “un juez de distrito concedió la suspensión de la prisión preventiva oficiosa al considerar que no había elementos para que se quedaran en el penal”.
Acompañados por el rector de la UdeG, Ricardo Villanueva; Javier, Iván y Alexis salieron poco antes de las 16 horas del juzgado ubicado en Puente Grande. Los esperaban sus familiares y compañeros, quienes los recibieron al grito de “¡resistencia, resistencia!”
El grupo se trasladó al campamento instalado desde el 5 de enero fuera de Casa Jalisco, residencia oficial del gobernador Enrique Alfaro.
Los jóvenes manifestaron que si salieron libres no fue gracias al “gobernador corrupto, sin escrúpulos y autoritario”, ni tampoco al juez ligado a MC, sino gracias a la presión de la UdeG, a la que se sumaron ciudadanos, organismos civiles, vecinales y políticos de diferentes partidos, y a la cobertura periodística que puso en evidencia en todo Jalisco y el país lo injusto de su detención.
Desde las ocho de la mañana, cuando se inició la audiencia en Puente Grande, en el campamento de Casa Jalisco se instaló en sesión permanente el Consejo General Universitario, máximo órgano colegiado de la UdeG, cuyos integrantes aprobaron mantener el “estado de emergencia” porque el proceso penal en contra de los estudiantes recién empezó.
Antes de pedir que levantaran el plantón, el rector Villanueva dijo: “Lo que vivimos rebasó todas la fronteras de lo permitido, de lo que es correcto. Vivimos una injusticia, fue algo que el gobernador nunca debió hacer y hasta que regrese la tranquilidad y en vez de amagos y amenazas haya concordia, no bajaremos la guardia. La señal que nos dieron es de miedo, de que (el mandatario emecista) puede rebasar todas las líneas y puede encarcelar a quien quiera. Eso es peligroso”, aseguró.