Desde temprano, el Centro Histórico de la ciudad y particularmente los alrededores del Zócalo capitalino resintieron los estragos de la visita de Biden, producto de la estricta seguridad del mandatario estadunidense.
Las calles aledañas se convirtieron en un laberinto para determinar en cuáles habría paso irrestricto, aquellas donde se restringió y reguló durante horas y las que, como la Plaza de la Constitución, estuvieron prácticamente vedadas al público.
Aunque en la mayoría de los accesos se permitió el paso sólo a quienes acudían a centros de trabajo, a recoger compras ya programadas o a quienes se hospedaban en los hoteles de la zona, se registraron al menos un par de manifestaciones.
Desde anoche se conoció que, por motivo de la visita, la estación Zócalo del Metro no tendrá servicio hasta el jueves y la estación Auditorio permanecerá cerrada hasta hoy.
Prácticamente en operativo conjunto de la Guardia Nacional y la policía capitalina, así como un discreto despliegue del Ejército, se reguló el paso de peatones y automóviles.
–¿Dónde va? –era la pregunta elemental.
Dependiendo de la respuesta se abrían las vallas metálicas o se le ordenaba al suscrito dar una vuelta de varias cuadras a la redonda para llegar a su destino, ante el rostro de desazón de quien pretendía seguir su ruta cotidiana en este día tan especial.
Pese a los cercos, por la mañana, junto a la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, integrantes del colectivo #24F colocaron mantas con las que piden al gobierno de Estados Unidos desistir del proceso contra Julian Assange, editor y fundador de WikiLeaks.
Edith Cabrera, fundadora del colectivo, afirmó que Biden llegó a calificar al periodista como “terrorista de alta tecnología”, por lo que reconoció que no ve un cambio en la política de su gobierno en este renglón, no obstante, insistió en su petición.
Momentos después se trasladaron al cruce de Madero con Monte de Piedad y colocaron la manta con la frase “liberen a Assange” justo al momento del paso de la comitiva en la que se trasladó Biden a Palacio Nacional. Cabrera adelantó que hoy repetirán la manifestación.
En tanto, a unos pasos de ahí, Bryan LeBaron, integrante de la familia LeBaron, sostuvo que ni México ni el vecino del norte han tomado en serio la seguridad. Junto a una decena de activistas colocaron una manta con la frase “Biden, welcome to México, #1 en víctimas de terrorismo”.