En breve, el presidente Andrés Manuel López Obrador recibirá en Palacio Nacional al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; y al mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, para iniciar la reunión trilateral de la décima Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN) con seis temas centrales a debatir: diversidad, equidad e inclusión; medio ambiente; competitividad frente al resto del mundo; migración y desarrollo; salud y seguridad común.
GALERÍA: AMLO recibe a Biden y Trudeau en la Cumbre de Líderes de América del Norte.
En esta ocasión, correspondió a México ser anfitrión de la Cumbre de los llamados “tres amigos”, que inició desde ayer con la reunión bilateral con Estados Unidos, una charla privada entre López Obrador y Biden y una cena de los tres mandatarios acompañados de sus esposas.
La pasada edición se celebró en noviembre de 2021 en Washington–tras una pausa de cinco años ya que durante la administración de Donald Trump no se realizaron estos encuentros trilaterales, sumada al año de pandemia.
Hace más de un año, el mexicano planteó –al igual que lo hará en esta nueva edición— la necesidad de integrar a todas las naciones del continente americano, así como un proyecto para la sustitución de importaciones como forma de hacer frente a la poderosa economía asiática, particularmente China.
Los tres gobiernos emitieron entonces una declaración conjunta en la que se subrayó: “Juntos somos una potencia económica. Con cerca de 500 millones de personas, México, Estados Unidos y Canadá generamos cerca de un tercio de los bienes y servicios mundiales. Desde la firma de nuestro primer acuerdo comercial trilateral en 1994, el comercio entre las tres partes ha crecido más de 250 por ciento y ha formado la base para que juntos entráramos al acuerdo comercial más moderno e integral en el mundo en 2020: el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). Somos más que socios comerciales, hacemos bienes juntos, tenemos plataformas de servicio integradas y dependemos unos de los otros para añadir valor a nuestras cadenas productivas”.
El tema migratorio también fue central en los debates de noviembre de 2021. Las tres naciones consideraron que se requiere “de una respuesta regional coordinada, así como una respuesta global de recursos con respeto a la ley, basada en solidaridad con los migrantes y entre estados, priorizando la migración ordenada, segura y regular… buscamos promover el acceso a vías legales para obtener protección y oportunidad. Basado en una responsabilidad compartida, de adoptar un enfoque ambicioso y comprensivo a una administración de la migración segura, ordenada y humana”.
Manifestaron su compromiso para atender las causas de origen de la migración y para invertir en la región, priorizando la cooperación para el desarrollo a fin de crear oportunidades económicas para todos.
“Buscamos promover vías migratorias regulares a través de programas de movilidad laboral, especialmente en el sector agrícola, incluida la intención de cooperar en el desarrollo de un diálogo para compartir planes de expansión, mejores prácticas y lecciones aprendidas de los programas de visas de trabajadores temporales”.
La declaratoria conjunta también enfatizó en el contexto actual derivado de la pandemia de covid-19, la cual de acuerdo a las tres administraciones “ha profundizado las disparidades que enfrentan los pueblos indígenas, las personas de color, las minorías. La inclusión y la igualdad de oportunidades son esenciales para la democracia”.