Ciudad de México. Los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden reivindicaron ayer con elogios mutuos los buenos términos de la relación bilateral, pero discreparon sobre la ruta a seguir en el futuro del continente y al mismo tiempo subrayaron la necesidad de la cooperación entre ambas naciones. El mandatario visitante pidió reforzar acciones contra el tráfico de fentanilo.
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Tras reafirmar el carácter estratégico de la relación con Estados Unidos, el presidente mexicano insistió en que deben trasladarse el éxito del tratado comercial y los vínculos en Norteamérica al resto del hemisferio, donde, dijo, sigue creciendo la importación de productos asiáticos. “¿No podríamos producir en América lo que consumimos? Claro que sí. Es un asunto de definición y de planear conjuntamente nuestro desarrollo futuro. Unirnos y asociarnos en América equivale a consolidar en definitiva la región más importante del mundo”.
Por su parte, Biden fijó una postura sustancialmente distinta, apelando al papel que tiene su país, desde su visión, en el mundo: “Estados Unidos brinda más asistencia al exterior que cualquier otro país, todos juntos, en todo el mundo (…) desafortunadamente nuestra responsabilidad no sólo termina con el hemisferio occidental, estamos en el centro de Europa, en Asia, en África; ojalá pudiéramos enfocarnos solamente en una región, pero nos enfocamos en múltiples regiones”.
En el contexto de los encuentros con motivo de la décima Cumbre de Líderes de América del Norte, en el mensaje público que ofrecieron en Palacio Nacional destacaron los buenos términos de la relación. López Obrador hizo explícito su reconocimiento personal a Biden: “Tengo la certeza de que usted es un gobernante humanista y visionario. Hay condiciones inmejorables para una nueva política de integración económica y social en nuestro continente”.
Consolidación americana
Sobre esta base, como lo anunció, el anfitrión apostó por plantear su propósito de un continente vinculado económica y socialmente, partiendo de que el tratado comercial –que incluye también a Canadá– ha consolidado los procesos productivos en América del Norte y ha mostrado ser un valioso instrumento de integración.
Por ello consideró que el pacto comercial podría trasladarse al resto de la región, porque implicaría contar con muchas ventajas, entre las que resaltó una fuerza de trabajo joven, desarrollo tecnológico y grandes recursos naturales. Refirió que el consumo per cápita en América alcanza 18 mil 500 millones de dólares, que contrasta con los 4 mil 400 millones de dólares en Asia.
Expuso que México propone contar con el respaldo no sólo de la inversión pública, sino también de la privada en la región. “En consecuencia, sostengo que es momento de terminar con ese olvido, ese abandono, ese desdén hacia América Latina y el Caribe, opuesto a la política de buena vecindad de ese titán de la libertad que fue Franklin D. Roosevelt”.
López Obrador admitió que es una iniciativa compleja de instrumentar, “pero a mi juicio no hay un mejor camino para garantizar el porvenir próspero, pacífico y justo que merecen nuestros pueblos, nuestros compatriotas y todos los pueblos del continente (…) que nadie se quede atrás y que juntos vayamos en busca de una bella utopía de la libertad, la igualdad y la verdadera democracia. Somos muchos los que no hemos dejado de soñar con una integración justa y fraterna de nuestro continente”.
Los compromisos de EU
Coincidente en que los términos de la relación son muy buenos, Biden consideró que “México es un socio de verdad y cuando trabajamos en conjunto con valores comunes y respeto mutuo no hay nada que no podamos hacer”.
No obstante, matizó los alcances de estos vínculos, pues aunque reconoció que se puede reforzar la coordinación con México y el hemisferio occidental, señaló que Estados Unidos está comprometido con el apoyo a todos los países en el mundo.
Subrayó que durante los últimos 15 años su país ha canalizado miles de millones de dólares en el hemisferio occidental, “pero lo que debemos hacer es lo que usted ha hecho, y lo felicito por haberlo hecho. Debemos seguir apoyando y construyendo instituciones democráticas en el mundo”.
Biden señaló que en el G-7 pudo conseguir un acuerdo de miles de millones de dólares de infraestructura para el hemisferio occidental, para Latinoamérica y para África. Hay mucho por hacer, dijo, por lo que se pronunció por un diálogo más intenso para alcanzar los objetivos, “me siento confiado de que estamos en una coyuntura de un cambio de verdad”.
La mira en el fentanilo
El mandatario pidió fortalecer las acciones contra el tráfico de fentanilo, que anualmente mata a 100 mil jóvenes estadunidenses.
En un comunicado, la Casa Blanca destacó que los presidentes “discutieron una mayor cooperación para enjuiciar a los narcotraficantes y desmantelar las redes criminales, interrumpir el suministro de precursores químicos ilícitos utilizados para fabricar fentanilo, cerrar laboratorios de drogas y prevenir el tráfico de drogas, armas y personas”.
También enfatizó la reafirmación del compromiso bilateral con el acuerdo comercial como base de la competitividad de América del Norte y de la prosperidad económica y el desarrollo social. La declaración indicó que los mandatarios discutieron su visión compartida de una mayor integración económica, para aumentar la capacidad productiva y promover el crecimiento inclusivo.
La Casa Blanca agregó que Biden y López Obrador revisaron el progreso de sus compromisos climáticos, incluidos los objetivos de emisiones y las metas que México anunció en la Conferencia de Cambio Climático de la ONU (COP27), el año pasado.