Pekín. China levantó ayer las cuarentenas obligatorias para los viajeros internacionales llegados a su territorio, terminando con casi tres años de autoaislamiento a pesar de que el país batalla contra una nueva explosión de contagios.
El mes pasado, Pekín empezó a desmantelar la restrictiva estrategia de covid cero basada en confinamientos, pruebas masivas y cuarentenas, que permitió contener el virus, pero también frenó la economía y provocó importantes protestas.
En una de las últimas fases hacia la reapertura, los pasajeros que llegan a China a partir de hoy no deben cumplir una cuarentena obligatoria. En el aeropuerto internacional Pudong de Shanghái, una mujer apellidada Pang dijo a la Afp que estaba muy ilusionada con el cambio. “Es un paso necesario, creo. El covid se ha normalizado ahora y después de estos obstáculos todo será fácil”, consideró.
Desde marzo de 2020, las personas que entraban al gigante asiático debían aislarse en instalaciones gubernamentales, primero por un plazo de tres semanas que se fue reduciendo hasta cinco días en noviembre.
Después de anunciarse el fin de esta medida, los chinos se apresuraron a comprar viajes al extranjero. El esperado repunte de visitantes llevó a numerosos países a imponer tests de covid-19 obligatorios para los viajeros del país más poblado del mundo, que se enfrenta a su peor brote epidémico hasta la fecha.
Se prevé que la situación empeore con la celebración del Año Nuevo chino a finales de mes, que provocará millones de viajes de pobladores urbanos a zonas rurales para visitar a familiares.
China señaló que las restricciones impuestas por Estados Unidos, Japón o países de la Unión Europea son “inaceptables”, pero al mismo tiempo exige tests de covid a los pasajeros entrantes y sigue bloqueando en gran medida a turistas y estudiantes internacionales.
En tanto, el gobierno chino suspendió o cerró cuentas en redes sociales de más de mil críticos con las políticas oficiales en relación con el último brote de covid-19, mientras el país sigue dando pasos hacia la apertura.
La popular plataforma Weibo señaló que abordó 12 mil 854 infracciones, entre las que había ataques a expertos, académicos y trabajadores sanitarios y emitió vetos temporales o permanentes para mil 120 cuentas.
El gobernante Partido Comunista se había apoyado en gran medida en la comunidad médica para justificar sus duros confinamientos, cuarentenas y pruebas masivas. Casi todas las restricciones se abandonaron de forma abrupta el mes pasado, lo que causó un repunte de los casos que ha puesto al límite los recursos médicos.
El saldo global de la pandemia es de 6 millones 706 mil 46 muertes y 663 millones 913 mil 152 contagios, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.