Marsella. El barco humanitario Ocean Viking rescató ayer a “37 migrantes a bordo de una pequeña barca neumática sobrecargada”, que naufragó en el Mediterráneo cerca de las costas de Libia, detalló en un comunicado la ONG SOS Méditerranée, propietaria de la embarcación, que podrá atracar en el puerto italiano de Ancona.

SOS Méditerranée precisó a la agencia noticiosa Afp que el Ocean Viking se dirige a Ancona, en el noreste de Italia, después de que las autoridades italianas le adjudicaran ese puerto para desembarcar. “El puerto se encuentra a mil 575 kilómetros de la zona de la operación, es decir, a cuatro días de navegación”, lamentó la ONG.

“Las previsiones meteorológicas empeorarán a partir del domingo por la noche” y eso podría hacer que los migrantes estén expuestos a “vientos fuertes y un mar agitado”, explicó. De las 37 personas rescatadas, dos son mujeres y 12 menores de edad sin la compañía de ningún familiar.

Tras haber rescatado a 113 migrantes a finales de diciembre, el Ocean Viking ya tuvo que desembarcar en otro puerto del mar Adriático, en Rávena, muy alejado de la zona de su operación humanitaria, después de otra controvertida decisión del gobierno de ultraderecha de Italia.

Critican normas del gobierno italiano

En tanto 20 organizaciones, entre éstas Médicos Sin Fronteras, criticaron antier las nuevas normas sobre el rescate de migrantes en el Mediterráneo impulsadas por el gobierno de Italia, liderado por la primera ministra derechista, Giorgia Meloni, y afirmaron que van contra el derecho internacional y que conllevarán más muertes.

Con el nuevo decreto, que entró en vigor esta semana, los barcos deben dirigirse “sin demora” al puerto italiano asignado después de cada rescate, lo que limitará el número de personas que pueden ayudar, indicaron las ONG.

Los buques suelen llevar a cabo múltiples operaciones de salvamento de migrantes en situaciones de emergencia en su intento de cruzar el mar.

“El decreto-ley italiano contradice el derecho marítimo internacional, los derechos humanos y el derecho europeo”, precisaron las organizaciones en un comunicado conjunto. “La menor presencia de barcos de rescate inevitablemente resultará en que más personas se ahoguen trágicamente en el mar”, aseveraron.

El nuevo gobierno de Meloni se comprometió a impedir que los buques realicen lo que considera un servicio de “ferry” desde el norte de África. Pero la orden de “proceder de inmediato a un puerto, mientras otras personas están en peligro en el mar, contradice la obligación del capitán de prestar asistencia inmediata a las personas en dificultad”, como establece el derecho marítimo internacional, prosiguieron.

El problema se vio agravado por la práctica de Roma de asignar a las embarcaciones los puertos más lejanos de las áreas de búsqueda y rescate, agregaron.

“Ambos factores están diseñados para mantener a los buques de búsqueda y salvamento fuera del área de rescate por periodos prolongados y reducir su capacidad para ayudar a las personas en peligro”, incidieron.