La Paz., La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicitó ayer al gobierno de Bolivia información del detenido líder opositor y gobernador de la región de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien declaró desde prisión –bajo los cargos de “terrorismo” por su papel en el golpe de Estado de 2019– que el partido gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), en el poder, “vive su momento final”.
Centa Rek, senadora del partido Creemos, que lidera Camacho, indicó: “Hemos recibido una nota de la CIDH en respuesta a nuestra solicitud de (medida) cautelar para la liberación y por las garantías del gobernador Luis Fernando Camacho, secuestrado por el gobierno de (Luis) Arce de manera injustificada y con mucha violencia”, explicó en declaraciones a Brújula Digital.
“Nos avisan que pidieron al gobierno información sobre este ilícito”, y añadió que la comisión espera una respuesta en un plazo de 10 días. “Es un escándalo no sólo nacional, sino internacional la forma en que el gobierno ha procedido y de pasar por encima de todas las garantías y la CIDH está avanzando, aunque lentamente, pues hay flagrantes violaciones”, alertó.
Camacho fue detenido en el marco de la investigación del caso golpe de Estado I, acusado de participar en la crisis política de 2019 que motivó la salida de Evo Morales del país y de la presidencia tras la rebelión de la policía y ejército y en medio de acusaciones de fraude electoral.
El líder opositor se encuentra en la prisión de Chonchocoro, donde ayer recibió por vez primera la visita de sus hijos. “Como preso político del MAS debo asumir una lucha permanente contra la dictadura masista, sin claudicar en nada”, señaló Camacho en una carta leída por uno de sus vástagos en el Congreso Nacional de Creemos, partido que le brindó su total respaldo.
El gobernador de Santa Cruz, la región opositora al gobierno, afirmó: “el MAS y el masismo están viviendo su momento final, ya no tiene proyecto de país; ellos mismos se denuncian de delitos graves de corrupción y de convivir con el narcotráfico”. El Poder Ejecutivo presiona a Santa Cruz para que el vicegobernador asuma el mando, mientras Camacho cumple una condena de cuatro meses de prisión preventiva dictada por un juez.
“Ustedes me eligieron como gobernador, ustedes decidan si debo seguir o no”, dijo el líder político.
Santa Cruz registra 11 días de continuas protestas callejeras, derivadas de la detención de Camacho. Según fuentes oficiales, los enfrentamientos entre civiles y policías dejaron más de 200 heridos, unos 70 opositores detenidos y varias oficinas estatales quemadas. Los días recientes las protestas han sido pacíficas. La región cruceña también se mantiene aislada por vía terrestre debido a cortes en sus principales rutas interdepartamentales protagonizados por adeptos a Camacho que exigen su libertad.