La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos tiene que dar a los mercados financieros un baño de realidad debido a que subestiman el reto de regresar a la meta de estabilidad de precios, la tasa de 2 por ciento, ya que el riesgo de inflación sigue al alza, advirtió el gestor de cartera Jason England, de Janus Henderson.
De acuerdo con el reporte La Reserva Federal se muestra agresiva en las fiestas de invierno, elaborado por la firma internacional de gestión de activos, el descenso de la inflación general de Estados Unidos, principal socio comercial de México, del máximo de junio de 9.1 por ciento interanual a 7.1 por ciento en noviembre, se debe en gran parte al descenso de la energía y otras materias primas, a medida que se resuelven lentamente las dislocaciones de la oferta.
“Pasar de 5 por ciento a 2 por ciento, en cambio, será mucho más difícil. Creemos que el mercado está subestimando este reto, sentenció England.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal elevó su tasa de interés de referencia de los fondos federales 0.5 puntos porcentuales, hasta 4.5 por ciento. Sin embargo, la verdadera noticia fueron los cambios introducidos en su resumen de proyecciones económicas para 2023, especialmente su trayectoria prevista de futuras subidas de tasas.
La Fed consideró que la tasa de referencia a un día, la que determina el costo del crédito al que se financian empresas y personas, aumentará hasta 5.1 por ciento a finales del próximo año. Esto contradice el consenso del mercado de que el banco central estadunidense se vería obligado a bajar las tasas el próximo verano. En su lugar, la Fed cree que tendrá que aumentar el costo del dinero entre 0.5 y 0.75 puntos porcentuales durante el próximo año.
Terreno restrictivo
Cuando sube la tasa de interés el costo de los créditos es mayor; con esto se busca desincentivar el consumo, que no se gaste tanto y así frenar la inflación.
Gran parte de la reciente desaceleración de la inflación general estadunidense es atribuible a la caída de los precios de la energía. Sin embargo, los servicios siguen siendo uno de los principales contribuyentes, responsables de 3.9 puntos porcentuales de la cifra global en cada uno de los tres últimos meses. El componente de los servicios lleva implícito el agresivo aumento de los salarios que da escalofríos a los banqueros centrales, ya que puede conducir a una viciosa espiral alcista.
“A falta de una ruptura de la economía –y no vemos una fuente potencial obvia, dados los balances aún saneados de empresas y hogares–, esperamos que la Fed mantenga una postura de línea dura, aunque el daño colateral sea el riesgo de una recesión moderada y un aumento del desempleo.”
Para Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics, el Banco de México, por su parte subió la tasa de interés en 0.50 puntos porcentuales a 10.50 por ciento y siguió corrigiendo al alza los estimados de inflación subyacente.
“A este ritmo, no habrá convergencia inflacionaria al objetivo del Banco de México de 3 por ciento, hasta dentro de dos años, si acaso, y eso implica dejar las condiciones monetarias en territorio restrictivo durante ese periodo, al igual que lo hará la Fed”, aseveró Coutiño.