Ciudad de México. Sobre la explanada del estadio Azteca, la imagen de Guillermo Ochoa apenas se percibe en las escalinatas de algún túnel o puerta de salida. Después de su regreso al futbol de Europa, el que brilla ahora es Óscar Jiménez, un veterano de 34 años que rejuveneció anoche en su presentación como titular, en el empate de su equipo 0-0 contra el Querétaro.
Jiménez fue la apuesta de Fernando Ortiz ante una situación de emergencia. Dos atajadas salvadoras en el comienzo y final del partido parecieron darle la razón al argentino, aunque el nivel de su equipo no generara entusiasmo entre los más de 20 mil aficionados presentes en el Azteca.
Sin la intensidad y presión alta que practican de memoria, las Águilas fueron un equipo rudimentario que tuvo auxilios permanentes de sus extremos. Con cierta picardía, Alejandro Zendejas hizo el único tanto -invalidado después por el sistema de videoarbitraje-, empujando la pelota con la mano a la salida de Gil Alcalá. La celebración fue tan fugaz que ni tiempo tuvieron los aficionados de abandonar sus asientos.
Con Jiménez tapándole dos remates claros a Sepúlveda, como Ochoa en sus mejores tiempos, la respuesta trató de venir desde la banca. Sin pretemporada, pero con la experiencia de haber sido mundialista en Qatar, Henry Martín saltó al campo en busca de una pelota a modo para romper el empate, pero estuvo lejos de encontrarla.
Por otra parte, la situación en los principales puntos de acceso no resultó problemática. Al no aplicarse el FanID, reservado para posteriores jornadas -de acuerdo con autoridades del inmueble-, la masa de gente avanzó con normalidad y sin retrasos. Sin embargo, a la salida, un grupo de seguidores de Gallos se encontró con un sector americanista, intercambiando provocaciones verbales y obligando la rápida intervención de la policía. No se reportaron desmanes.