La historia del rock mexicano está inscrita en diferentes archivos: los realizados por disqueras, la prensa especializada, los medios amarillistas, por escritores, historiadores y los infaltables de la tradición oral. En todos hay una coincidencia: los altibajos vividos por este ritmo, quien a pesar de esto, también ha tenido el estatus de cultura juvenil en algunos lapsos. La primera sacudida la padeció el rocanrol surgido en el inicio de los años sesenta, en el entonces Distrito Federal, cuando las disqueras casi deshicieron los conjuntos musicales exitosos –Teen Tops, Camisas Negras, Rebeldes, et al.– al convertir a sus vocalistas en cantantes solistas; otra etapa de desempleo sucedió a principios de la década de los setenta después del festival de Avándaro. Y se pueden enumerar otras crisis, pero las saltamos para mencionar la más reciente: la de los dos pasados años la cual tuvo efectos devastadores para el rock en vivo en general y, muy especialmente para la escena roquera mexicana que no cuenta con apoyo de grandes promotores, ni de disqueras y menos, de medios masivos de comunicación. No ser mediáticos no les quitó el ánimo de seguir adelante a bandas y solistas con larga trayectoria en el rock de este país.
Resulta rocanrolera de 2022 y Radio Chopo sigue
Así, pues, desde los primeros meses del año anterior fue ejercicio continuo practicar el viejo slogan punk “hazlo tú mismo” y conseguir trabajo por sus propios medios y poder tocar en ferias, teatros, hoyos fonqui, salones de fiesta y cualquier lugar donde se pudiera armar un escenario. Nombres como Tex Tex , Interpuesto, Tere Estrada, Amaya LTD, Sam Sam, Heavy Nopal, Bostik, Leprosy, Garrobos, Blues Boys, Leticia Servín, Vuelo Libre, Jessie Blues, Desecho Social, Perro Callejero, Sur 16, Toma II, Vómito Nuclear, Next, Castalia Blues, Juan Hernández, Vallejo, Dementia Sinner, León Vago, Rod Levario, entre muchos nombres más, no bajaron la guardia y lograron contratar tocadas, entrevistas y pequeñas giras. En esta batalla por sobrevivir no se puede dejar de mencionar a gente como Nacho Alicia, Lucifer, Juan Santos, Leo Sax quienes, cada uno en su territorio, organizaron conciertos con agrupaciones y solistas bajo el riesgo, casi siempre, de cero utilidades para todos. Por supuesto, hubo presentaciones masivas autogeneradas muy exitosas que abren expectativas alentadoras: el ocho de diciembre Armando Palomas llenó el Metropólitan, mientras 11 de diciembre Real de Catorce festejó su 40 aniversario con lleno total en el Teatro de la Ciudad; y quienes tuvieron una recuperación óptima, fueron los músicos acogidos por el rock corporativo: Caifanes, El Tri, Maldita –entre otros– quienes emprendieron fructíferas giras con base en el esfuerzo de músicos, representantes y sus respectivos equipos de producción. También el año pasado retomaron vida espacios entrañables para roqueros, roquers y rocanroleros: el Alicia presentó a valedores como Belafonte Sensacional, Ana Ruiz con su Ensamble Kóryma. Mientras, el Foro Radio Chopo, entre múltiples contratiempos, sigue vigente: aparte de lo presentado el mes pasado, ya elaboró su calendario para enero: hoy tocará Mara y hará un recuerdo a su baterista Marcos Ávalos; cierran el cartel, Shit, Fried E/M, Las Pijamas y Tara and the little stars. Y el próximo sábado, Guillermo Briseño en concierto, bajo Nauyaca Producciones y Capital 21, estará en terrenos choperos.