Washington. El presidente estadunidense, Joe Biden, señaló ayer que un alto el fuego promovido por su par ruso, Vladimir Putin, es un esfuerzo por encontrar un respiro en su ofensiva de casi un año en Ucrania. “Estaba listo para bombardear hospitales, guarderías e iglesias” el 25 de diciembre pasado y el día de Año Nuevo, comentó Biden en conferencia de prensa en la Casa Blanca, y agregó: “Creo que está buscando algo de oxígeno”.

En tanto, la Organización de Naciones Unidas saludó con satisfacción la medida, pero dijo que “no sustituirá a una paz justa” con base en el derecho internacional, mientras la Unión Europea exigió “hechos concretos” a Moscú. Alemania afirmó que la propuesta no dará más “libertad ni seguridad a las personas que diario viven con miedo bajo la ocupación rusa” y Gran Bretaña insistió en que Putin debe retirar “permanentemente sus fuerzas”.

En tanto, Washington anunció que enviará a Kiev cerca de 3 mil millones de dólares en ayuda militar en un nuevo y masivo paquete que incluirá por primera vez varias decenas de vehículos de combate Bradley, informaron funcionarios estadunidenses. La ayuda, que asciende a unos 2 mil 850 millones de dólares, es la más grande de una serie de paquetes de equipo militar que el Pentágono ha extraído de sus reservas para enviar a Ucrania.

El paquete de ayuda también incluye vehículos todo terreno, unidades de protección contra emboscadas resistentes a explosivos , así como una gran cantidad de misiles y otras municiones.

Australia informó que había aceptado una oferta de Estados Unidos para obtener los sistemas móviles de misiles de largo alcance Himars, usados por las tropas ucranias.