El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha identificado 35 mil 700 estructuras arqueológicas inmuebles como parte de las acciones de salvamento arqueológico a lo largo del trayecto del Tren Maya.
Se trata de albarradas, cimentaciones, áreas domésticas, plataformas, basamentos piramidales y caminos antiguos mayas o sacbés.
Las acciones están enmarcadas en el “ámbito del más grande proyecto de investigación sobre las culturas mayas antiguas que se haya hecho en la historia”, sostuvo el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, al presentar en la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional un balance sobre el rescate.
A su vez, el presidente Andrés Manuel López Obrador ponderó que “se está haciendo un rescate arqueológico cuidadoso y muy profundo, lo que no se ha hecho en muchísimo tiempo”. Apuntó que conforme avancen dichas acciones se irán dando a conocer “para que no se piense sólo en el tren, que sí es un medio de transporte moderno, importante, pero lo esencial es la comunicación y el rescate las antiguas ciudades mayas de toda esta región del país”.
Prieto Hernández explicó que hasta el corte del 4 de enero, del tramo uno al seis de la obra (conformada por siete tramos en total) se concluyeron los trabajos de “prospección”, que consisten en recorridos y reconocimientos en terreno para registrar las zonas arqueológicas que deben ser recuperadas.
En el tramo 7 se definió un trazo que considera la protección de 26 monumentos “categoría 4”, que deben ser conservados de manera íntegra por su relevancia.
A la par de las 35 mil 700 estructuras arqueológicas identificadas, se han recuperado 739 mil 274 fragmentos de cerámica que son analizados para reconocer temporalidades, estilos y “entender cómo se desarrollaron los vínculos culturales en ésta área”.
El INAH también ha localizado mil 165 bienes muebles “relativamente íntegros”, como cerámica, metates o figuras de piedra, herramientas líticas y otros objetos “potencialmente útiles” para exhibición en museos, de los cuales hay 591 vasijas en procesos de análisis y restauración, muchas con inscripciones que hablan de la pertenencia de estas vasijas a personajes o a grupos mayas determinados.
Se han recuperado 463 osamentas, muchas de las cuales fueron enterradas junto con ofrendas, y mil 114 rasgos naturales, como cuevas, cenotes, aguadas y estructuras para la canalización de las aguas pluviales, relacionados con la presencia de grupos humanos.
En los tramos 6 y 7 se ha comenzado a recuperar material arqueológico, aún en su fase inicial.
De igual forma, hay 26 zonas arqueológicas “que van a ser trabajadas en el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas, todas ellas con actividades para la investigación, la conservación, el cuidado y la mejora de las unidades e infraestructuras para la atención al público; en este programa se consideran nueve Centros de Atención a Turistas y Visitantes, que también se presentan en el mapa”, agregó.
El funcionario presentó un video en el que se indicó que en la zona de Chichén Itzá, que representa junto con Teotihuacan uno de los centros con mayor cantidad de visitantes del continente americano, se espera que “aumente significativamente” la afluencia con el Tren Maya.
Con una asistencia anual que supera 2 millones y medio de visitantes, la infraestructura turística del sitio “se ha visto considerablemente rebasada”, se alertó en el video, para lo cual se expuso que dicho proyecto es esencial para la atención de visitantes, y la investigación y conservación de la zona.