Bruselas. El Parlamento Europeo ordenó ayer la apertura “urgente” de un procedimiento para quitar el fuero a dos eurodiputados por petición de las autoridades judiciales belgas, en el marco del Qatargate, una trama de corrupción que involucra al emirato.
La presidenta del organismo, Roberta Metsola, advirtió que “no habrá impunidad” y que desde el primer momento la institución “ha hecho todo lo posible para ayudar en las investigaciones”.
Fuentes anónimas cercanas a la indagatoria dijeron que los legisladores que perderán la inmunidad para ser investigados como parte de los hechos de corrupción con Qatar son el belga Marc Tarabella y el italiano Andrea Cozzolino.
“No habrá impunidad. Ninguna”, declaró Metsola, quien pidió a todos los servicios y comisiones dar prioridad al proceso de desafuero con la intención de que concluya a más tardar el 13 de febrero.
El abogado de Tarabella, Maxim Toller, dijo que su cliente está a favor de que se le retire la inmunidad. Antes, el eurodiputado italiano afirmó que no tiene “nada que ocultar” y que cooperará plenamente con la investigación. No hay comentarios de Cozzolino desde el mes pasado, cuando dijo que todavía no era interrogado.
Una tercera diputada, la griega Eva Kaili, fue la primera imputada en el escándalo que involucra a funcionarios cataríes y marroquíes sospechosos de intentar influir en decisiones económicas y políticas de las autoridades europeas a cambio de regalos y dinero.
Los fiscales acusan a Kaili de corrupción, pertenecer a una organización criminal y por lavado de dinero. La legisladora socialista griega está detenida desde el 9 de diciembre. Su pareja, Francesco Giorgi, asesor en el Parlamento Europeo, está encarcelado por los mismos cargos. Kaili aseguró que el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell y Metsola sabían de sus tratos con el gobierno catarí.
Kaili fue relevada de su cargo de vicepresidenta del Parlamento tras ser acusada. Gozaba de inmunidad judicial, pero quedó anulada cuando la policía belga hizo allanamientos en Bruselas y encontró grandes cantidades de dinero en efectivo en la casa de la eurodiputada y en un cuarto de hotel ocupado por su padre.
Se cree que Kaili y Giorgi trabajaban con el antiguo jefe de Giorgi, Pier Antonio Panzeri, ex legislador de la Unión Europea. Según las órdenes de detención, “Panzeri es sospechoso de intervenir políticamente ante miembros que trabajan en el Parlamento Europeo en beneficio de Qatar y Marruecos a cambio de una remuneración”.