Xalapa, Ver. Patricia Moreno-Casasola Barceló, bióloga por la Universidad Nacional Autónoma de México, señala que la desaparición de playas en Las Barrancas, municipio de Alvarado, Veracruz, está asociada con tres factores: la pérdida de sedimentos que antes arrastraban los ríos hasta el mar; el derretimiento de los glaciares, que eleva el nivel de los mares, así como las obras de ampliación del puerto de Veracruz y la construcción de espigones en la zona norte de Alvarado.
Investigadora con doctorado en la Universidad de Uppsala, Suecia, y una especialización en desarrollo sustentable, Moreno-Casasola explica que la arena de las playas viene de tierra adentro, viaja por los ríos y el oleaje la redistribuye.
“Debido a que la mayoría de los ríos en el mundo están represados, ya no dejamos bajar arena, en algunos casos hace más de 100 años; entonces ya no hay suficiente arena que reemplace la que se pierde de manera natural”, dijo.
Sobre la elevación del nivel del mar, explicó que debido “al derretimiento de los glaciares –que se atribuye al cambio climático–, el mar está más elevado, penetra más tierra adentro con mayor fuerza para llevarse más arena”.
La investigadora resaltó que en Las Barrancas está sucediendo lo mismo que en varias partes del mundo, “pero en esta comunidad es más acelerado debido al tercer factor, pues los sedimentos están siendo retenidos por obras marítimas que se han realizado al norte”.
Patricia Moreno, cuyas investigaciones se enfocan en los humedales de agua dulce y las dunas costeras, señaló que la ampliación del puerto de Veracruz y la construcción de una escollera en Antón Lizardo “han detenido (más) sedimentos del lado izquierdo que del lado derecho.
“Las corrientes costeras vienen de norte a sur y van arrastrando sedimentos en esa misma dirección. Cuando pones la primera escollera, que va a obstruir el movimiento costero de los sedimentos, afectas a los vecinos de abajo”, explicó.
Señaló que la zona conurbada Veracruz-Boca del Río tiene una serie de escolleras a lo largo de la playa, una tras otra, “porque la primera afectó a los vecinos del sur; entonces debieron construir la segunda, y así… En ese proceso, falta la construcción de una escollera en Las Barrancas”.
La académica comentó: “Es muy importante atender la demanda de la población. No es sólo su patrimonio, es su forma de vida”. Destacó la vulnerabilidad de Las Barrancas, que se encuentra atrapada entre el mar y un manglar. Por ello, en temporada de lluvias el agua suele subir de nivel y convierte la localidad en una isla.