Kiev. Ucrania afirmó ayer haber repelido un ataque nocturno ruso con drones iraníes, al día siguiente de una oleada de bombardeos contra las infraestructuras energéticas del país, confirmada por Rusia, que dejó a millones sin luz en pleno invierno.
En total, 16 drones Shahed de la República Islámica fueron lanzados desde el sureste y el norte, y “todos” fueron destruidos por la defensa aérea de Ucrania, indicó el ejército del aire en un comunicado en redes sociales. El ataque se produjo horas después de una serie de bombardeos masivos rusos contra infraestructuras energéticas, que dejaron tres muertos y provocaron cortes de electricidad.
Las sirenas de ataque sonaron en la capital, Kiev. La agencia Reuters escuchó varias explosiones y el fuego antiaéreo en el sur de la ciudad. Al amanecer, las acciones parecían haber terminado y los residentes salieron a la calle bajo un cielo tranquilo luego de un día y una noche de incesantes bombardeos.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, declaró que había sido atacada por siete drones, dos de los cuales fueron abatidos cuando se acercaban a la ciudad y otros cinco encima de la urbe.
No hubo víctimas, aunque escombros dañaron las ventanas de dos edificios del suroeste, añadió.
Según la presidencia ucrania, otros dispositivos aéreos fueron derribados en las regiones de Tcherkassy, en el sur de la capital, y de Dnipró, en el centro del país.
En un mensaje en redes sociales, el presidente ucranio, Volodymir Zelensky, afirmó que la guerra era “dura”, pero que estaba “convencido” de que “la agresión rusa” fracasaría.
Los ataques de la jornada del jueves causaron cuatro muertos y ocho heridos, según el último balance comunicado por la presidencia, que añadió que 58 de los 70 misiles de crucero fueron derribados.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que sus “bombardeos masivos” antier habían “alcanzado todos los objetivos previstos”.
Kiev seguía sufriendo cortes de electricidad y ayer millones de personas que no cuentan con generadores se preparaban para celebrar el año nuevo sin luz y algunos sin agua ni calefacción.
La compañía eléctrica Ukrenergo indicó que las “consecuencias en el funcionamiento de la red son menores de lo que esperaba el enemigo (...), pero la situación en el sur y el este sigue siendo difícil”.
En el terreno, los combates continúan tras 10 meses del conflicto que comenzó con la invasión rusa el 24 de febrero. La batalla es particularmente cruenta en Bajmut, ciudad del este que Moscú trata de conquistar desde hace meses. También en Kreminna –unos 75 kilómetros al noreste–, lugar que las fuerzas ucranias tratan de recuperar.
En la región vecina de Járkov, al menos dos personas murieron por disparos, según Kiev.
Las autoridades prorrusas de las regiones ucranias de Donietsk y Lugansk aprobaron una nueva Constitución, cerca de dos meses después de que Rusia anunció la anexión de éstas en el marco de la invasión.
El Kremlin indicó que los soldados y funcionarios presentes en territorios anexionados no tendrán la obligación de declarar ingresos al fisco.
En tanto, el secretario general de la Organización del Tratado Atlántico Norte, Jens Stoltenberg, aseguró que el apoyo militar al gobierno de Zelensky es la ruta más rápida hacia la paz en Ucrania.