Los precios del petróleo anotaron su segunda subida anual consecutiva, tras un año turbulento marcado por la escasez de suministros tras la guerra en Ucrania, el debilitamiento de la demanda de China –el principal importador mundial de crudo– y el temor a una contracción económica internacional.
Los precios del hidrocarburo se dispararon en marzo a sus niveles más altos desde 2008, porque la invasión rusa a Ucrania trastornó los flujos globales.
En el segundo semestre de 2022 bajaron, cuando los bancos centrales comenzaron la escalada de las tasas de interés y avivaron el temor a una recesión.
En el año, el Brent acumuló una ganancia de 10.45 por ciento y el WTI de 6.71 por ciento.
Por su parte, la mezcla mexicana de exportación se desligó de la tendencia y concluyó 2022 con un retroceso de 1.58 dólares. El último día de cotización, la mezcla cerró en 69.71 dólares el barril, es decir, 2.21 por ciento abajo de los 71.29 dólares del cierre del año pasado.