Bruselas. La Unión Europea (UE) evaluó ayer la decisión de China de retirar sus controles más estrictos contra el covid-19, pero se abstuvo de seguir inmediatamente a Italia (miembro del bloque) que exige pruebas para los pasajeros de aerolíneas que vienen del país asiático.
Los funcionarios de salud del bloque de 27 miembros prometieron continuar las conversaciones para buscar un enfoque común para las reglas de viaje. Sin embargo, el brazo ejecutivo de la UE señaló que la variante ómicron BF.7, predominante en China, ya estaba circulando en Europa y su amenaza no ha crecido significativamente.
“Sin embargo, nos mantenemos alerta y estaremos listos para usar el freno de emergencia si es necesario”, dijo la Comisión Europea en un comunicado.
El saldo global de la pandemia es de 659 millones 474 mil 661 casos confirmados y 6 millones 686 mil 385 fallecidos, según la Universidad Johns Hopkins.