En dos años el valor de las importaciones de comida procesada desde Estados Unidos a México, chatarra en su inmensa mayoría, se ha disparado más de 26 por ciento hasta alcanzar niveles no vistos en una década, revelan datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
Según información del organismo gubernamental, en 2020 México compró comida que ha pasado por un procesamiento industrial por valor de 5 mil 754 millones de dólares, cantidad que se disparó a 7 mil 280 millones de dólares en 2021.
Entre enero y octubre de 2022, el dato más reciente disponible, las compras de México a EU en ese rubro se ubican en 6 mil 756 millones de dólares, por lo que se prevé que se termine el año en un nivel superior al anterior.
La comida procesada recibe un tratamiento industrial durante el cual se cambia la naturaleza del alimento original al adicionarle materia como grasa, sal, azúcar, aditivos, u otros componentes. Conserva la identidad básica del alimento que los origina, pero se altera el perfil nutricional de los mismos logrando un nuevo producto de peor calidad y generalmente desequilibrado en cuánto a nutrientes.
En 2012, según datos del USDA, el valor de los alimentos procesados alcanzó un nivel de 9 mil millones de dólares; sin embargo, fue cayendo hasta menos de 6 mil millones.
El importante incremento en las compras de México a EU de este tipo de alimentos se da en un contexto en el que el país enfrenta la inflación más alta en dos décadas, con mayor impacto en la canasta básica de alimentos, la cual en su momento más crudo registró una carestía de 15 por ciento, casi el doble que la inflación general.
Los alimentos procesados, y sobre todo los ultraprocesados (estos últimos considerados chatarra por su nula aportación nutricional) son en la mayoría de casos mucho más baratos que la comida orgánica y más fáciles de preparar, razón por la cual son más adquiridos en segmentos de menores recursos económicos.
Entre los alimentos procesados que importa México desde EU destacan chocolatería, confitería, condimentos, salsas, mermeladas, jaleas, grasas, aceites, saborizantes, ingredientes para hornear, bebidas embotelladas no alcohólicas como jugos y refrescos, bebidas alcohólicas como cervezas y vinos, pastas, cereales, carnes preparadas, pescados y mariscos con conservadores, frutas congeladas, quesos, pasteles, palomitas, patatas fritas, sopas, jarabes, endulzantes, lactosa y miel, entre otros.
Productos más demandados
Según el USDA el mayor gasto de México en alimentos procesados se da en el rubro de lácteos como manteca, queso, leche en polvo y condensada, helados, yogurt y bebidas lácteas, entre otros, pues entre enero y octubre de este año el valor de las importaciones ascendió a mil 836 millones de dólares, 36.5 por ciento más frente a los mil 350 millones de dólares de igual periodo del año pasado.
En el mismo lapso, México gastó mil 73 millones de dólares en preparaciones alimenticias e ingredientes, como harinas para hornear, masas, saborizantes y concentrados de proteína; 559 millones en jarabes y endulzantes, como el jarabe de fructosa, que es un sustituto de azúcar y es usado en los refrescos; 481 millones en carne procesada; 377 millones en vegetales congelados y 340 millones en meriendas, que incluyen productos ultraprocesados como pasteles y frituras.