Brasilia. El Ministerio de Justicia brasileño autorizó ayer el uso de la fuerza nacional para colaborar en el dispositivo de seguridad para la toma de posesión del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, programada para este domingo. El operativo de seguridad por la ceremonia presidencial durará hasta el lunes y pondrá especial atención en amenazas de grupos opositores al futuro gobierno, detallaron las autoridades.
Los responsables de la organización de la ceremonia de investidura presidencial esperan que unas 300 mil personas asistan a los actos oficiales, programados en la Explanada de los Ministerios de la ciudad de Brasilia.
La fuerza nacional es un cuerpo de élite que actúa para preservar el orden público, la seguridad de las personas y los bienes, así como actuar en situaciones de emergencia y calamidades públicas. El director de este cuerpo, el coronel José Américo Gaia, explicó que el contingente está compuesto por policías militares, bomberos militares, policías civiles y profesionales forenses, además de que no forma parte de las fuerzas armadas.
Desde el primero de noviembre pasado, partidarios del presidente Jair Bolsonaro acampan en el Sector Militar Urbano de la capital brasileña, en protesta contra el resultado de las elecciones presidenciales que dieron la victoria a Lula da Silva, en la segunda vuelta del 30 de octubre pasado.
El pasado 24 de diciembre, un hombre identificado como George Washington de Oliveira Sousa, de 54 años, fue detenido por montar una bomba en una zona de acceso al aeropuerto internacional de la capital brasileña. El sujeto declaró ante la policía civil que su plan era “iniciar el caos” que llevaría a “decretar el estado de sitio en el país”.
El futuro ministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, Flávio Dino, afirmó que el campamento instalado a las puertas del cuartel general del ejército en Brasilia está en su “fase final” y se desactiva en forma gradual.
Los brasileños con derecho a portar un arma en la calle no podrán hacerlo durante los próximos días en Brasilia, decidió la justicia de ese país para reforzar la seguridad de la ceremonia de toma de posesión.
El juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal de Brasil, determinó ayer la prohibición de portar armas de fuego en Brasilia en los próximos días, como refuerzo a las medidas de seguridad para la toma de posesión del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva.
La medida fue solicitada en nombre del gobierno electo por el futuro ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino. La restricción afecta a coleccionistas, tiradores y cazadores y es válida entre las 18 horas de este miércoles 28 de diciembre y hasta el lunes 2 de enero.
De acuerdo con la decisión del juez de Moraes, quien no respete la prohibición en este periodo será considerado “en flagrante delito por porte ilegal de arma”. La suspensión temporal no se aplica a los miembros de las fuerzas armadas, fuerzas de seguridad y agentes de empresas de seguridad privada.
Según Alexandre de Moraes, la prohibición de porte de armas en Brasilia era necesaria ante los hechos y circunstancias practicados por “grupos extremistas financiados por empresarios sin escrúpulos”.
Por otra parte, el gobierno boliviano espera reconstruir las relaciones con su par brasileño, con la nueva administración de Lula da Silva, luego de cuatro años de paralización con Jair Bolsonaro, informó el vicecanciller Freddy Mamani.