Moscú. El presidente ruso, Vladimir Putin, dio ayer la tan esperada respuesta de Rusia al tope de precios impuesto por Occidente, al firmar un decreto que prohíbe el suministro de crudo y productos petrolíferos a las naciones que participan en la medida a partir del primero de febrero y durante cinco meses.
“Se prohíben los suministros del petróleo y de los productos derivados del petróleo ruso a las personas físicas y jurídicas extranjeras, siempre que los contratos para estos suministros prevean directa o indirectamente el uso del mecanismo de tope a los precios”, señala el decreto firmado por Putin.
El Grupo de las 7 principales potencias mundiales, la Unión Europea y Australia acordaron este mes limitar a 60 dólares por barril el precio del crudo ruso transportado por mar a partir del 5 de diciembre debido a la “operación militar especial” de Moscú en Ucrania.
Según el documento, el suministro de petróleo ruso está prohibido a partir del primero de febrero de 2023, mientras la fecha de inicio de la prohibición de la entrega de los productos derivados del crudo será determinada por el gobierno.
El decreto “entra en vigor el primero de febrero de 2023 y se aplicará hasta el primero de julio de 2023”. El texto incluye una cláusula que permite a Putin anular la prohibición en casos especiales.
En este sentido, el Ministerio de Energía de Rusia llevará a cabo el seguimiento del cumplimiento del decreto presidencial sobre las medidas de represalia frente a la introducción de un techo en los precios del petróleo ruso.
El Kremlin ha asegurado que el tope de precios no afectará a su campaña militar en Ucrania y se mostró confiado en encontrar nuevos compradores.
Por otra parte, el gobierno de Bielorrusia anunció la anulación del acuerdo sobre medidas de seguridad adicionales con Ucrania, que “permitía controlar actividades militares a una profundidad de 80 kilómetros” desde la frontera, en medio de la invasión rusa, desatada el 24 de febrero.
Valeri Revenko, viceministro de Defensa para Cooperación Militar Internacional, tuiteó que la medida fue aprobada “por decreto del Consejo de Ministros”, sin dar más detalles al respecto. Ucrania no se ha pronunciado hasta ahora sobre la decisión.
Horas antes, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, y Putin se reunieron en una cumbre regional en San Petersburgo, donde acordaron “muchos temas”, afirmaron ambos líderes, sin dar detalles ni mencionar a Ucrania, en medio de preocupaciones en Kiev de que Moscú podría usar a su aliado como plataforma de lanzamiento para una nueva ofensiva terrestre en su territorio.
En tanto, un tribunal de Ucrania condenó a 15 años de cárcel a un hombre acusado de entregar a Rusia información sobre el despliegue y el armamento del ejército en la región de Sumy, situada en el noreste del país, informó el Servicio de Seguridad (SBU).
“La contrainteligencia del SBU sigue persiguiendo de forma sistemática a los traidores que ayudaron al agresor en la guerra contra Ucrania”, señaló el SBU en un comunicado publicado en su página web, antes de agregar que el “agente ruso” junto a un colaborador llevó a cabo “tareas de reconocimiento” en la zona fronteriza.
Las víctimas civiles en Ucrania ascendieron a 6 mil 884 fallecidos y 10 mil 947 heridos desde el comienzo de la operación militar de Rusia, comunicó la Oficina del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Entre los fallecidos figuran 2 mil 719 hombres, mil 832 mujeres, 175 niñas, 216 niños, así como 38 menores y mil 904 adultos cuyo sexo aún se desconoce.