Hace más de 70 años Benjamín Graham publicó su libro El inversor inteligente. Hasta la fecha se mantiene como uno de los mejores textos para comprar y vender acciones.
Este texto se ha reditado varias veces y es una guía para inversionistas como Warren Buffet, quien lo leyó en 1950, cuando tenía 19 años. Al seguir sus recomendaciones, Buffet se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo y en un prefacio a la cuarta edición del libro escribió: “Cuanto más irracional sea el comportamiento del mercado, más oportunidades tendrá el inversor que se comporte de manera profesional. Siga las indicaciones de Graham y se beneficiará de la irracionalidad, en lugar de ser víctima de ella”. Buffet, a sus 92 años de edad, todavía realiza inversiones multimillonarias con buenos resultados.
Precisamente ahora, en medio de la crisis global, se presentan grandes oportunidades para invertir en bolsa. Los precios de las acciones han bajado sustancialmente durante el año. El S&P 500 cayó alrededor de 20 por ciento y el Nasdaq más de 30 por ciento.
De acuerdo con Graham no hay que comprar una acción porque está de moda, hay que analizar sus datos fundamentales, como relación precio-valor en libros, precio-utilidades, nivel de la deuda e historial de la empresa. Cuando esos indicadores son atractivos es cuando hay que adquirir los papeles, sin importar que los demás participantes huyan del mercado.
También recomienda comprar en mercados bajistas: entre más barata una empresa más rendirá en el futuro. Un indicador que no siempre se revisa es si la empresa tiene ganancias o simplemente tiene altas expectativas, ya que no siempre se cumplen.
Señala que hay que tener cuidado con los sectores de moda, porque no todas las empresas son ganadoras. Hay que ver cuáles se encuentren rezagadas. Hay algunas que tienen más dinero en caja que lo que valen en bolsa. Con la compra de estas acciones, el inversionista se lleva “gratis” activos como fábricas y terrenos.
Las bolsas evolucionan cíclicamente. Hay momentos de auge en que todo parece estar bien y hay una gran demanda de acciones y otros momentos de caídas, en la que la irracionalidad y el nerviosismo privan en los mercados.
Según las enseñanzas de Graham, es buen momento para entrar al mercado accionario.