Productos de consumo cotidiano para los mexicanos como pollo, huevo, tortilla, pan, jitomate, aguacate, cebolla, entre otros, encabezan la lista de los alimentos que más aumentaron de precio durante 2022, dando como resultado una inflación alimentaria de 10.35 por ciento, con mayor repercusión en la población de menores ingresos.
De acuerdo con un monitoreo de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), fueron casi una veintena de productos los que registraron los picos o subidas de precios de mayor impacto en 2022, con alzas de hasta más de 100 por ciento respecto a su precio mínimo en distintos estados.
El pollo entero registró un precio máximo de 220 pesos durante julio, octubre, noviembre y diciembre en Guerrero; mientras en junio reportó su nivel más bajo al poder ser adquirido por 68 pesos el kilogramo; es decir, entre el mínimo y el máximo existe una diferencia de 152 pesos, casi un salario mínimo actual, que es de 172.8 pesos.
El aguacate alcanzó un pico de 160 pesos por kilo durante julio y agosto en Zacatecas; no obstante, con el paso de los meses ha ido a la baja hasta alcanzar un mínimo de 45 pesos en diciembre. En este caso existe una diferencia de 115 pesos, aunque a favor del consumidor.
Otros productos que alcanzaron picos fueron la naranja, 85 pesos por kilo durante diciembre en Tabasco; el huevo, 82 pesos por kilo durante julio en Nuevo León; la manzana, 75 pesos por kilo durante julio en Hidalgo; el aceite, 68 pesos por litro en agosto y septiembre en Nuevo León; la papa, 64 pesos por kilo durante septiembre en Hidalgo; el tomate, 60 pesos por kilo durante enero en Tlaxcala.
La cebolla, 54 pesos por kilo durante septiembre en Hidalgo; el pan de caja, 51 pesos durante octubre en Guerrero; el jitomate, 49 pesos por kilo durante febrero en Nuevo León; la tortilla, 33 pesos por kilo durante diciembre en Hidalgo, y la harina de trigo, 29 pesos por kilo durante octubre, noviembre y diciembre en Morelos.
Al cierre de la primer quincena de diciembre, señaló Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec, la inflación alimentaria del país se ubicó en 10.35 por ciento, considerablemente arriba que la inflación general, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el mismo periodo se colocó en 7.7 por ciento, lo que significa que la carestía golpea con mayor fuerza en las necesidades alimentarias de la población.
Aunque en 2023 el salario mínimo aumentará 20 por ciento y parece que la inflación ha alcanzado su punto máximo para comenzar a disminuir, amplió Rivera, México no puede cantar victoria, pues en materia alimentaria es probable que en 2023 se sigan observando altos niveles en los precios.