En un mensaje navideño, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió el sábado abrazos a todos, incluidos sus adversarios. “No odiar. Querernos. Podemos tener diferencias y darnos trato de adversarios a vencer, no de enemigos a destruir. Hay que querernos, el amor por encima de todo”, pidió.
El mandatario, acompañado de su esposa, Beatriz Gutiérrez, deseó feliz Nochebuena a los mexicanos, así como a quienes celebran la Navidad en todo el mundo.
López Obrador también deseó a la ciudadanía que estén felices, tengan salud y que la cena, aunque sea modesta, la disfruten con toda la familia en su concepción amplia, que también tiene que ver con amistades cercanas.
En su caso, agregó que su familia la conforman millones de mexicanos a los que quiere mucho y le corresponden.
Apuntó que en estas fiestas estaría con su esposa, sus hijos Jesús, Gonzalo, Andrés y José Ramón y sus nietos Salomón y Mateo. “Voy a tener la dicha enorme de reunirme con ellos”.
El jefe del Ejecutivo federal planteó que el amor debe estar por encima de todo, el amor a los semejantes, a la naturaleza, a los animales y a la patria. “Aspiro, ya lo saben, a una República amorosa”, subrayó.
En un amplio jardín, López Obrador calificó a Jesucristo como el dirigente social más importante que ha existido en la Tierra, “el que más ha demostrado con hechos, abnegación, con su vida, el amor a los pobres.
“Luchó en contra de la opresión y por eso lo sacrificaron los potentados y poderosos de su época. Nos dejó la gran enseñanza del amor al prójimo”, sostuvo.
El Presidente añadió que “hoy es un día para celebrar porque nace el defensor más importante de la gente humilde, de la gente pobre, de los humillados”.
Beatriz Gutiérrez mostró un nacimiento chiapaneco con rasgos indígenas y López Obrador aludió a las comunidades originarias tras manifestarse contra el racismo, el clasismo y la discriminación.