Moscú. El jefe del Kremlin, Vladimir Putin, está convencido de que su decisión de iniciar la guerra en Ucrania “es correcta, defendemos nuestros intereses nacionales, protegemos a nuestros ciudadanos”.
Para él, en el origen del conflicto está la política de los adversarios de Moscú que “mediante el método divide y vencerás, quieren fragmentar la Rusia histórica y nuestro objetivo es otro: unir al pueblo ruso”.
Mientras el presidente declaraba en una entrevista al programa de televisión “Moscú. Kremlin. Putin”, miles de personas acudían a los centros de donación de sangre en la liberada ciudad de Jersón para las decenas de heridos que dejó el sábado el bombardeo ruso al centro de esa capital de la región ucrania homónima, anexada por Rusia en septiembre.
Según Putin, al estimar que todos sus compatriotas apoyan la guerra, enfatizó que “99.99 por ciento de los rusos están dispuestos a entregar todo por la patria, y eso es lo que hace diferente, especial, al pueblo ruso”.
También dijo estar dispuesto a negociar con Ucrania “y todas las partes implicadas”, en alusión a Estados Unidos y otros países que respaldan con armas y dinero a Kiev, bajo las condiciones que fije Rusia.
“Estamos listos para negociar soluciones aceptables con todas las partes implicadas, pero depende de ellos. No somos nosotros los que nos negamos a negociar, son ellos”, aseveró.
En tanto, el jefe de la administración ucrania de Jersón, Yaroslav Yanushevich, informó ayer que, como resultado del ataque del sábado con misiles con lanzadores múltiples de proyectiles Grad, “murieron 16 habitantes de la ciudad y de las 64 personas que requirieron atención médica con heridas de distinto grado de gravedad, una veintena se encuentra en estado muy delicado”.
La procuraduría regional de Jersón, de su lado, reportó que sufrieron daños muchas instalaciones de infraestructura civil, entre ellas edificios de vivienda y de oficinas administrativas, fábricas, clínicas, automóviles, un mercado y un centro comercial.
El presidente ucranio, Volody-mir Zelensky, escribió en Twitter: “El Estado-terrorista sigue llevando el mundo ruso mediante ataques a la población civil. Jersón. Por la mañana, un sábado, en víspera de la Navidad, en el centro de la ciudad. No son objetivos militares, es una guerra sin reglas. Es terror, asesinatos para amedrentar y por simple gusto”.
A una semana de la llegada del Año Nuevo, que rusos y ucranios por tradición siempre han festejado con amplitud, equiparable a la forma en que se celebra la Navidad en México, todo indica que no habrá una tregua.
Desestiman un alto el fuego
Al menos los dirigentes impuestos por el Kremlin en las regiones anexadas coinciden en creer que “no hay premisas para un alto el fuego los próximos días”, manifestó Denis Pushilin, de Donietsk) y “los bombardeos seguirán”, manifestó Leonid Pasechnik, de Lugansk.
Vladimir Saldo, el gobernador en funciones de Jersón, llegó más lejos al subrayar: “Negociar ahora no serviría para nada. Tendrá sentido hacerlo cuando el régimen de Kiev se distancie de la influencia de Estados Unidos o renuncie por completo a ella”.