Después de un Mundial con una final tan vibrante como la que obsequiaron Argentina y Francia, considerada una de las más emotivas de los tiempos recientes, da miedo retornar la mirada a la Liga Mx. Hay que cerrar los ojos fuerte e irlos abriendo poco a poco… Pese a ese ejercicio antitraumas, sale uno raspado. La realidad hiere el fino paladar, el buen gusto que nos dejó haber disfrutado de los más exquisitos manjares, así haya sido sólo un mes.
Ciertamente, a todo se acostumbra uno, menos a privarse del pambol nuestro de cada día. Pero sí choca y enfada notar que –al parecer– nuestros federativos no aprendieron nada; las televisoras, como siempre, hiperpresentes con torneos de pretemporada, o sea, ¡hasta los entrenamientos venden!, una tal Copa Sky con los jugadores tiesos, sin ritmo, ya sea por el largo periodo de vacaciones o de fuerte trabajo físico, pero jugando basura.
El máximo circuito presume una lista de jugadores provenientes de la Liga de Expansión para dejar en claro que se está cumpliendo el objetivo de ser un semillero; no obstante, tras el desastre tricolor en Qatar, hasta ahora no hay ninguna reunión de emergencia para tomar medidas para aplicar de inmediato, en el torneo Clausura 2023, acciones que lleven a la afición a entender que se acusó el golpe y entre los dirigentes hay rubor, vergüenza por el papelón.
Ricardo Peláez, malogrado directivo en Chivas, América y Cruz Azul, apareció conduciendo un programa en Tudn (Televisa), en improvisada labor de comunicólogo (...a ver si ahí sí daba el ancho) e invitó a una baraja variopinta de personajes del futbol mexicano, todos ellos vertiendo ideas y propuestas para enderezar la nave y presentar algo decente en 2026. Si la emisión viene de la dueña del balón, lógicamente hizo pensar que la intención del cambio iba en serio, que había conciencia de la necesidad de adoptar severas acciones.
Las propuestas más interesantes fueron radicales, repetitivas y contundentes: reinstalar ipso facto el ascenso y descenso, eliminar el formato de la Liga Mx con sus 12 aspirantes al título gracias a la repesca y, desde luego, buscar e impulsar a todo vapor a los jóvenes talentosos. No obstante, el mismo Peláez apagó la chispa que ilusionaba con encender el cambio de ruta, con un insistente “no todo está mal, (de lo actual) hay mucho por rescatar”. La realidad golpea en las narices: hay demasiados intereses creados.
Por el momento hay un retroceso, se pierde terreno con un Raúl Jiménez en caída libre, devaluado tras la Copa del Mundo, con Jesús Tecatito Corona que va de lesión en lesión, y la mala costumbre de Rayados y Tigres de repatriar jugadores, ahora el Monterrey regresó a Omar Govea del futbol rumano… Chivas y Pumas, luego de arrastrar el prestigio durante varios torneos, fueron de los primeros en arrancar preparación y van por la revancha. Cruz Azul sufrió triste desplante tras coquetear con la idea de sumar a sus filas al uruguayo Luis Suárez. Puro humo.
“La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces”, sabia frase de Jean Jacques Rou-sseau. Inglaterra apuesta por la continuidad con Gareth Southgate, Japón mantiene en el timón a Hajime Moriyasu… sólo un puñado de selecciones opta por la continuidad, el resto, bajo los efectos de la ira y decepción, ya tiene relevo o anda en la búsqueda. Brasil parece encaminarse a entrar a la lista de los que por primera vez van tras un timonel extranjero. En México era insostenible Gerardo Tata Martino; sin embargo, queda el reproche a los federativos por no haberlo custodiado a su regreso.
Días aciagos para el balompié brasileño. Luego de irse con las manos vacías del Mundial y las ilusiones rotas tras una extraordinaria eliminatoria, ahora O Rei, Pelé, el mejor futbolista de todos los tiempos, está postrado dando una intensa batalla, pero bendecido con el afecto de su familia y una gigantesca fanaticada a lo largo y ancho del globo terráqueo…. Listo quedó el sistema FanID, una de cal por tantas de arena. No más violencia en los estadios de México, es tiempo de rigor en el ingreso a las gradas, evitar a toda costa el imperio de los violentos, aunque el riesgo sea ver tribunas desoladas.