Ciudad de México. Vecinos del predio El Cedral, en la colonia La Angostura, alcaldía Álvaro Obregón, denunciaron que Rosa María Ayala y su familia pretenden evitar la regularización de las tres hectáreas donde se instaló un asentamiento irregular de 593 viviendas.
Hace 21 años la zona fue invadida por un grupo de personas encabezadas por la citada mujer; sin embargo, en 2010, con el propósito de dar certeza jurídica a quienes construyeron allí sus casas, el Gobierno de la Ciudad de México expropió el terreno.
Una de las fundadoras del asentamiento, Blanca Estela Hernández Cruz, señaló que la lideresa –quien se encuentra presa por delitos medioambientales– ha tratado de evitar la escrituración de los lotes a favor de sus ocupantes, con el argumento de que ella es la “única dueña del predio La Angostura”.
Pero, aseguró, la “seudolíder y su familia” han revendido los lotes hasta en tres ocasiones y cobra cuotas por la introducción de servicios; además, inventa a sus seguidores que el gobierno se quiere quedar con el terreno y los amedrenta para que no dialoguen con las autoridades.
“Ha convertido a La Angostura en una mina de oro al pedir dinero a los vecinos para poner una banqueta u otro servicio, que en realidad son obras públicas que realiza el gobierno.”
El comité vecinal del predio La Angostura ha sido controlado por la familia Ayala, que se ha quedado con los recursos que tanto el gobierno central como el de la alcaldía han destinado para la colonia, afirmó.
Continúa ofreciendo terrenos de 60 metros cuadrados en más de 500 mil pesos, algunos de los cuales ha revendido en varias ocasiones, de familias que se han opuesto al liderazgo de los Ayala y fueron expulsadas.
Invade suelo de conservación
Pero además, dijo, se ha extendido el área invadida a 11 hectáreas más afectando suelo de conservación, de tal forma que se estima que Rosa María Ayala ha vendido más de mil 800 lotes producto de la invasión de barrancas y el bosque, para lo cual tuvo que talar cientos de árboles, motivo por el cual se encuentra encarcelada.
El control que dicha familia tiene sobre la zona ha llegado a tal grado que mandó poner un portón en el predio La Angostura, “con el que prácticamente nos tenía secuestrados, ya que teníamos que pedir permiso para salir o entrar a la colonia, e incluso viola nuestra correspondencia personal”.
Blanca Estela Hernández detalló que de los 593 poseedores, 250 ya iniciaron el trámite de escrituración, aunque admitió que muchos tienen miedo a la organización de los Ayala.
Añadió que incluso el Gobierno de la Ciudad México ha tenido tal apertura al diálogo que se ha comprometido a analizar los casos de viviendas construidas fuera del polígono expropiado.