Desde Tabasco, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo de su paisano Adán Augusto López Hernández que es muy competente y con formación. Pero lo mismo Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum. Tienen sus características propias, su estilo personal, pero las coincidencias en la necesidad de impulsar la transformación de México son notorias, destacó.
En su conferencia matutina, señaló que los tres funcionarios y aspirantes a la candidatura presidencial por Morena son muy profesionales y eso es una garantía para el país, porque no cualquiera puede gobernar. Apuntó tener la tranquilidad de que quienes pueden sustituirlo, los más visibles y de quienes más se habla, cuentan con mucha experiencia en la política y en la administración pública.
Adán ha sido legislador, gobernador de Tabasco y ahora secretario de Gobernación, pero lo mismo Marcelo Ebrard, legislador, jefe de gobierno de la ciudad de México y secretario de Relaciones Exteriores, y Claudia Sheinbaum, jefa delegacional y jefa de gobierno. Todos con experiencia. El mandatario llamó “hermanos” a los tres e insistió en que las reglas para la elección del candidato morenista están definidas. Será mediante una encuesta y cuando el pueblo decida “vamos a cerrar filas y se van a quedar con las ganas nuestros adversarios de vernos divididos”.
Al preguntarle si el sureste está bien representado en la competencia por la Presidencia con el secretario de Gobernación, el mandatario, respondió: “sí, sí, cómo no, y todo el país también”.
Por lo demás, expuso que el movimiento social que encabeza va bien. “La gente está contenta con el cambio, con la transformación. Y hasta los de mero arriba, los potentados, no tienen motivo para quejarse, sus diferencias tienen que ver con lo político y lo ideológico, porque antes eran los que mandaban; pero en lo económico, en sus negocios, les ha ido bien. No hay nadie que haya quebrado o que esté dejando de ganar”.
Externó que hay quienes quisieran que le fuera mal al país para que “nos fuera mal a nosotros”, pero se han tenido que autolimitar porque el pueblo se encarga de ponerlos en su sitio.