El mejor piloto mexicano de Fórmula 1 en la historia, Sergio Checo Pérez, tiene como asignatura pendiente sacar la cara por América Latina, que hace más de 30 años no planta un campeón en la máxima categoría del automovilismo.
A sus 32 años y con cuatro carreras ganadas en su trayectoria en la Fórmula 1, Pérez está consciente de que ya no sólo compite por México: “Estoy orgulloso de representar a mi país, pero también de correr por Latinoamérica".
A pesar del privilegio, Checo ha lamentado el hecho de haber sido el único corredor latinoamericano fijo y constante en el elenco de la F1 en las últimas cinco temporadas.
“Hay un buen talento en mi país, hay buenos pilotos, igual en toda Latinoamérica, pero es un deporte en el que no hay muchas oportunidades”, expresó el mexicano.
América Latina ha tenido cuatro campeones de Fórmula 1 en la historia: el argentino Juan Manuel Fangio en cinco ocasiones (1951, 1954, 1955, 1956 y 1957), y tres brasileños: Emerson Fittipaldi (1972 y 1974), Nelson Piquet (1981, 1983 y 1987), Ayrton Senna (1988, 1990 y 1991).
Las posibilidades de Pérez de ser campeón del mundo se han incrementado desde que llegó a Red Bull.
El tapatío arribó a la escudería austriaca para la temporada 2021 y tiene contrato hasta 2024. En 2022 tuvo un inicio prometedor, pero no fue constante y terminó como tercero en el campeonato de pilotos.
“El objetivo es mejorar lo hecho esta temporada y pelear por el campeonato. Ese es mi máximo sueño en la Fórmula 1 y por eso sigo aquí, espero que en estos próximos dos años pueda llegar a ser monarca”, declaró el volante mexicano.
Pero pertenecer a Red Bull tiene un doble filo para Sergio Pérez. Así como se ha vuelto más competitivo, también ha tenido que correr a la sombra y al servicio del holandés Max Verstappen, vigente bicampeón.