Xalapa, Ver. Un grupo de desconocidos incendió la madrugada de ayer el área de murales ubicada en el Edificio I de la zona arqueológica de El Tajín, en Veracruz, declarada hace 30 años patrimonio mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En entrevista telefónica con La Jornada, el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, minimizó la situación y aseguró que “no hay daños irreparables”, como se difundió en un principio en redes sociales.
“El fuego –añadió el antropólogo– afectó elementos plásticos que se colocan para proteger algunas estructuras de los trabajos que se realizan. Sin embargo, tras el percance, estamos valorando las afectaciones que se pudieran haber causado en los acabados arquitectónicos y, algunos, ciertamente con pintura.
“Es necesario que acudan representantes de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural para que realicen un dictamen, así como para planear una estrategia de intervención a fin de corregir lo que sea necesario y también habilitar el recurso que corresponda, dentro de la póliza de seguro patrimonial que el INAH tiene contratada.
“La situación será valorada y restaurada. Vamos a atender las posibles afectaciones en breve. Podemos hablar de daños, pero irreparable sólo sería la pérdida de un ser humano”, lo cual no ocurrió, insistió el funcionario.
Cerca de la ciudad de Papantla, la zona conocida como Tajín Chico se encuentra custodiada por elementos de la Guardia Nacional, quienes aparentemente no se percataron del ingreso de los individuos que iniciaron el incendio en uno de los edificios, donde se realizan trabajos para restituir una palapa.
En algunas imágenes que se viralizaron en Internet, se advierte que los responsables “actuaron con dolo y con toda la intención de perjudicar el patrimonio cultural”.
Diego Prieto consideró que la conflagración fue “provocada”; si bien, aunque hay grupos criminales en esa zona, “no sabemos quién o quiénes son los responsables. Desde luego, se presentará una denuncia contra quien resulte involucrado, aunque recordemos que no somos una entidad investigadora o judicial”.
En el área norte del Edificio I de la zona arqueológica hay un corredor que usan los vecinos de El Tajín para desplazarse por el lugar, el cual siempre permanece abierto, por lo que se cree que los responsables del siniestro usaron esa vía. Foto Édgar Escamilla / ‘La Jornada Veracruz’.
Olaf Jaime Riverón, arqueólogo responsable de El Tajín, recordó que el Edificio I sufrió en 2021 la caída parcial de su cobertura por el paso del huracán Grace, lo que requirió obras para el retiro de la palapa.
“Los trabajos se hicieron con sumo cuidado, aunque toda la pintura mural que está debajo se recubrió de plástico tyvek, entre otros materiales que usan los restauradores, los cuales se deterioraron con el incendio de ayer. Afortunadamente el tapanco de madera que estaba ahí quedó en pie.
“De momento, se hará un dictamen para conocer (con certeza) el grado de afectación. Aseverar que todo El Tajín o parte de éste sufrió un daño irreparable es erróneo y exagerado. A veces hay ciertas distorsiones de la información y, como sociedad, solemos ser un poco susceptibles, pero para tranquilidad de la gente, se trata sólo de una parte del Edificio I.
Acoso de especuladores de la tierra
Jaime Riverón agregó que “con la pandemia se deterioró mucho el tejido social, además de que habíamos tenido problemas con invasores debido a que, al ser una poligonal tan grande, siempre prevalece el acoso de especuladores de la tierra. Pero hemos hecho lo posible por frenar dicha situación.
“Desde el 16 de junio pasado, por instrucción presidencial, tenemos la presencia de la Guardia Nacional. Aunque de momento no es un grupo muy numeroso, nos apoya para evitar la agresión que puede sufrir el patrimonio cultural; es evidente que este programa de protección debe ser reforzado”, concluyó el especialista del INAH.
De acuerdo con Hipólito Xochihua Ibarra, secretario general de la sección Veracruz de los trabajadores de la Secretaría de Cultura, en la área norte del Edificio I (donde se encuentran los murales) hay un paso de servicio, un corredor que usan los habitantes vecinos a El Tajín para desplazarse por la zona, que permanece abierto las 24 horas todos los días de la semana, por lo que se cree que los responsables del siniestro usaron esa vía.
“Es el reflejo del descuido en que se encuentra el sitio arqueológico, pues no se hacen gestiones para el mantenimiento de los monumentos, además, se ha omitido la seguridad”, lamentó.
(Con información de Daniel López Aguilar)